Crítica:
Público recomendado: a partir de 7 años
Biopic sobre Jesús de Nazareth desde el momento de su Concepción hasta el de la Resurrección.
Este espléndido y ambicioso proyecto de Franco Zeffirelli, que coescribió el guion, cuenta con uno de los repartos corales más espectaculares de la Historia del cine, algo propio del cine bíblico clásico como La historia más grande jamás contada.
El relato narrado cuenta la vida de Jesús de Nazaret de manera cronológica, lo que canónicamente se llama diatessaron, pues mezcla los Evangelios y no basa la narración en uno de ellos como en El evangelio según San Mateo de Pasolini, por ejemplo. Así, aparece todo lo relevante de lo narrado por los cuatro Evangelistas: la Anunciación, la visita de María a su prima Isabel, los esponsales entre María y José, el Nacimiento de Jesús, la huida a Egipto y la matanza de los inocentes, su pérdida en el Templo, el inicio de la vida pública de Jesús con su Bautismo en el Jordán, cómo los Apóstoles van uniéndose a su grupo, y una serie de milagros y parábolas hasta llegar a la Pasión, conformada por la Última Cena, la Oración en el Huerto, la Flagelación, el Vía Crucis y la Crucifixión, para terminar con la Resurrección y la aparición de Jesús ante sus Apóstoles.
Se echa de menos las tentaciones en el desierto y cuando, durante su Pasión, Jesús es enviado ante Herodes. Asimismo, toda la Pasión es proporcionalmente muy breve en comparación con la extensísima duración del resto del filme. También llama la atención que la presencia de la Virgen María durante la vida adulta de Jesús sea casi inexistente.
La personificación de Jesús parece estar muy en sintonía con el Evangelio de Juan, donde Jesús es “más Dios” que hombre o siervo, como en otros evangelios.
A nivel cinematográfico está realizada con un despliegue de medios espectacular y no sólo por el espléndido plantel de actores, sino porque es un trabajo ingente, de enorme magnitud y ambición. Su principal pero no parte de su propio relato, sino del modo en que se basa en el relato bíblico, pues el filme es una consecución tras otra de parábolas y milagros quedando por tanto un resultado un poco episódico pero sin duda coherente con los Evangelios. También se abusa algo de la bellísima banda sonora de Maurice Jarre.
Puntos a aclarar:
El Alumbramiento de Jesús: este tema es siempre el más delicado en el cine bíblico-mariano, pues trata de “agradar” por igual a protestantes y católicos. Sin bien en este caso la Virgen María es obvio que alumbra sin dolor, la película sí muestra que padece ciertas “molestias” mostradas, sobre todo, con respiraciones entrecortadas y sudoración.
VISIÓN DEL HOMBRE Y TRATAMIENTO DEL HECHO RELIGIOSO
La muerte de José: no está en el Evangelio y aquí aparece, muy conmovedora y llena de fe, pero es una licencia dramática absolutamente libre.
El personaje de Judas Iscariote: Se cuenta bastante sobre sus inquietudes políticas y deseos de hallar en Jesús la respuesta anhelada por el Pueblo de Israel. Se trata de otra licencia narrativa ya que nada de esto sale en el relato evangélico. También aparece marchándose momentos antes de la Última Cena cuando según el Evangelio estuvieron en ella los Doce Apóstoles. En cualquier caso, no queda del todo claro.
Barrabás: Aparece mateniendo una conversación con Jesús antes del Prendimiento y solicitándole que se una a la rebelión de los judíos de lo que no hay constancia en la Biblia.
CONSIDERO TODAS ELLAS LICENCIAS NARRATIVAS.