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Jurado Nº2

Crítica

Público recomendado: + 16

Existe un relativo consenso en torno a Gran Torino (2008) como la última obra maestra de Clint Eastwood, ese –valga la redundancia— último gran héroe del cine clásico americano. No obstante, es conversación recurrente entre los que amamos su filmografía si no se podrían considerar, desde entonces, Invictus (2009), El francotirador (American Sniper, 2014) o cuanto menos Sully (2016) como películas notables dentro de la misma; el juicio que sigue a estos debates es, en general, positivo, pero suele concluir con un chasquido de lengua en torno a la producción cinematográfica del californiano a partir de entonces, la cual con la excepción razonable de Richard Jewell (2019) nos ha dado sustos más o menos grandes, desde la muy menor —digámoslo con eufemismo, por respeto a la leyenda— 15:17 tren a París (The 15:17 to Paris, 2018) a Mula (The Mule, 2018), pasando el último sobresalto bajo el título Cry Macho (2021). Nos temíamos lo peor: que a sus noventa y pico años no le diese aún tiempo a hacer una obra notable; otro filme a la altura de su talento y de su impronta.

Este temor se diluye a los pocos minutos del visionado de Jurado Nº 2, y nada se recuerda de él tras el plano que corona la cinta y su final abierto. El film se sospecha el legado cinematográfico del vaquero parco de palabras y es, por fortuna, una herencia inmejorable: un tratado sobre la conciencia, la culpa y la relación entre ambas. Lejos de todo maniqueísmo, la cinta entera (y no solo su final) elude cualquier respuesta prefabricada; antes bien, se caracteriza por sembrar interrogantes sobre la capacidad de redención del ser humano, la diferencia —a veces abismal— entre la norma legal y lo moralmente correcto, o la posibilidad de la toma de decisiones éticas en un mundo complejo. Tan complejo como la psicología de los personajes sobre los que Eastwood triangula, cual escolástico, su tesis, su antítesis y su síntesis, representadas respectivamente por el protagonista de la película y jurado nº 2 que da título al film, Justin Kemp (Nicholas Hoult); la fiscal antipática interpretada por Toni Collette, y Harold, el inspector de policía retirado a quien da vida el siempre solvente J.K. Simons. Sus interpretaciones cimentan el guion de Jonathan Abrams, un texto que en otras manos no hubiera dado para más que un telefilme, pero que en las de Eastwood reluce inevitablemente y traslada al espectador de modo efectivo toda la profundidad afectiva y antropológica de una serie de dilemas morales tan próximos, tan creíbles, que es imposible no identificarse, en momentos diversos, con cada uno de los tres personajes citados.

Los más cinéfilos reconocerán en la película que nos ocupa ecos evidentes de la maravillosa 12 hombres sin piedad (12 Angry Men, 1957), obra canónica del maravilloso Sidney Lumet, que demostraba que la profundidad y buen cine no están reñidos con la transparencia narrativa y la falta de artificio que también son marca de la casa Eastwood; su eficiencia a nivel de realización se revela aquí como el producto de toda una vida tras las cámaras, como el epítome de la maestría. Evidentemente, el anciano director no está solo en su empresa: más allá de los extraordinarios actores y de sus interpretaciones claras, completamente naturalistas, el experto director de fotografía Yves Belánguer le ayuda una vez más —y de qué manera— a dotar a cada encuadre de la luz y el color precisos. Quizás solo dos elementos impidan a Jurado nº 2 llegar a la perfección de Gran Torino, con la que alcanza a medirse en calidad: la música Mark Mancina, que palidece ante la formidable melodía que Kylie, el hijo del director, compusiera para aquella cinta… Y la presencia del propio Eastwood, acaso consciente, tras su interpretación de Cry Macho, de que debía retirarse de delante de las cámaras. Si Jurado Nº 2 marca o no su retiro definitivo también detrás solo el tiempo lo dirá. Parece seguro que, si los achaques no lo impiden, Clint intentará seguir rodando. Pero si, como es probable, esta fuera su última película, se debería celebrar que uno de los grandes de la Historia del Cine sellase su filmografía con un film que resume y ensalza lo mejor de la misma.

Rubén de la Prida

https://youtu.be/ir5MqxnH_f4?si=tzYeWqSQSeJqZg2K

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