Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Kong: la isla Calavera

Caratula de ""

Crítica:

Público recomendado: jóvenes

Es la octava versión desde que en 1933 cristalizará en cine la novela de Brad Strickland e ilustrada por Joe DeVito: King of Skull island (El Rey de la isla Calavera): King Kong. Ahora llega a nuestras pantallas Kong: la isla Calavera, última revisión del más famoso gorila de la historia del cine, que dirige el norteamericano Jordan Vogt-Roberts, que cuenta con una carrera escasa en largometrajes.

La historia del descomunal primate ha recreado la clásica relación entre “La bella y la bestia”. En la que nos ocupa, le dedica menos atención y tiempo que en las anteriores. Disminuye el enamoramiento del animal por la chica y aumentan notablemente los efectos especiales, ocupados en mostrar quien es verdaderamente el rey de la isla perdida (La Calavera); ese lugar inexpugnable donde el hombre occidental solo está representado, entre autóctonos, por el militar Hank Marlow (John C. Reilly: Langosta, Guardianes de la galaxia…) y en el que habitan criaturas gigantes de hace miles de años.

Conocedor de los escasos y misteriosos datos del lugar que se remontan a crónicas de pueblos antiguos, Bill Randa (John Goodman: Calle Cloverfield 10, Trumbo: la lista negra de Hollywood…) emprenderá una expedición estadounidense a la isla, acompañado por el mayor Packard (Samuel L. Jackson: El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, Los odiosos ocho, Pulp Fiction…) y varios de sus soldados, el explorador James: (Tom Hiddleston: La cumbre escarlata, High-Rise…), la fotógrafa Mason Weaver (Brie Larson: La habitación, Y de repente tú…) y otros investigadores para encontrar a la bestia.

A ella la encontrarán, tras superar la barrera, aparentemente infranqueable, de una atronadora tormenta que circunda la isla. Pero con ella, se hayarán también a otras enormes criaturas depredadoras, con las que tendrán que vérselas.

El papel del “malo” corresponde a Packard, quien persigue acabar con el gorila a toda costa, viendo en él una amenaza para los ciudadanos de su país si sale de la isla, mientras que el resto de civiles advierte que es King Kong quien pone orden entre todas las bestias del lugar y que, matarla, supondría desequilibrar el ecosistema mantenido desde hace miles de años.

Al no pretender llevar a Estados Unidos a Kong para examinarle  y no centrarse en la relación entre este y la fotógrafa Weaver, el filme, escrito por John Gatins, Max Borenstein, Dan Gilroy, Derek Connolly, apuesta decididamente por las luchas entre los hombres y las bestias alucinantes.

Con ello, el filme gana en efectos especiales (casi 3D) y pierde en dramatismo, con lo que va decayendo y dilatándose paulatinamente en sucesos para tratar de salir con vida del lugar. Esto requiere, según los procedimientos de Packard, de actuar con las armas más contundentes que acaben con los monstruos, pero también colateralmente con el paisaje y el ecosistema de la isla Calavera, paradisiaca, por otra parte.

Como curiosidad, citar las consideraciones de Fernando Iwasaki quien sostiene que “el primer alarido de King Kong resonó a través de las páginas del Jardín de flores curiosas (1571) de Antonio de Torquemada, quien narró la historia de una mujer desterrada en una isla, donde fue atendida por una horda de simios liderados por uno gigantesco y “se fue con ellos hasta el monte, adonde el jimio mayor la metió en una cueva, y allí acudían todos los otros, proveyéndola de los mantenimientos que ellos usaban y tenían”.

Con todo, para los seguidores del gran simio, será una opción necesaria volver a encontrarse con él. Para el resto, les llamará la atención el desborde de efectos especiales —en medio de una banda sonora atronadora— de ese parque jurásico.

 

 

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad