Crítica

Público recomendado: +16

Maryam es una joven doctora que trabaja en el único centro de urgencias médicas de una pequeña ciudad de Arabia Saudí. El centro se haya situado en un lugar sin asfaltar lo que produce numerosos inconvenientes. Además, el hecho de ser mujer le ocasiona muchas dificultades a la hora de tratar a los pacientes masculinos. Indignada por todo ella, decide presentarse a alcaldesa, ayudada por sus dos hermanas pequeñas. Al mismo tiempo, su padre, músico de profesión, está de gira tocando los primero conciertos públicos permitidos en Arabia Saudí en años por lo que verá desde lejos, la peligrosa decisión de su hija mayor, quién se parece por su empuje y su valentía, a su adorada mujer quién falleció años atras.

Haifaa Al-Mansour que debutó en el cine en su país natal Arabia Saudí con una magnífica película titulada La bicicleta verde, nos vuelve a presentar una historia de ritmo pausado y contemplativo que muestra una sociedad en proceso de transformación a pesar de las muchas restricciones de un país teocéntrico.

A la película que cuesta bastante arrancar y abre varios arcos dramáticos que no sabe cerrar. Sin embargo hay algo en ella que te atrapa. La belleza de las canciones, los paisajes, ciertas costumbres ancestrales dignas de ser conocidas, nos hablen de un Oriente Medio desconocido para nosotros, que rompe los estereotipos de país repleta de Jeques árabes.

Si la trama es sencilla, la puesta en escena lo es más. La directora se posa en las vidas de esta peculiar familia como una mariposa que revolotea curiosa entre las flores. Una cámara casi transparente te hace entrar en sus vidas y coger cariño a cada uno de los personajes.

La candidata perfecta ni entra, ni quiere entrar en disquisiciones profundas sobre la lucha feminista, ni la situación sociopolítica saudita. Tan sólo lo muestra. Suficiente para hacernos una idea y sacar nuestras propias conclusiones.

Con sus debilidades, es una película que merece la pena tenerla en cuenta.