Crítica

Público recomendado: +18

La caza es la nueva película del sello Blumhouse, productora responsable de algunas de las cintas de género más interesantes de los últimos años, con títulos como Paranormal Activity, El hombre invisible o, salvando las distancias de la convención, Get Out, a sus espaldas.

La película parte de una premisa de slasher al estilo Battle Royale: doce desconocidos despiertan en el claro de un bosque, son equipados con armas, y deben luchar por sobrevivir a una caza en la que ellos son la presa, perseguidos por deporte. A partir de aquí, y a medida que se va desvelando el misterio que envuelve esta extraña circunstancia, la película se desdobla en el ramaje humorístico que realmente vertebra toda la trama, con tintes de absurdo y metaficción. Así, la película hibrida en una mezcla entre slasher y comedia con un lenguaje cinematográfico autoconsciente que resuena al Cabin in the Woods de Drew Goddard.

Según se va desgranando, la trama, vehiculada por un surtido elenco de personajes entre los que sobresale con creces Betty Gilpin, se desvela como una especie de guerra ideológica entre progresistas y conservadores llevados a la caricatura en la que se van esbozando cuestiones de interés sociopolítico como la inmigración, el racismo o el ecologismo, todo ello guiado con un bien delineado tono irreverente.

La caza resulta disfrutable tanto para quien busca una sesión de acción con tintes disparatados y una cierta dosis de violencia explícita, como para una sesión de comedia no falta de ingenio.