Crítica
Público recomendado: +18
La película comienza con la celebración de una boda gay en el que se encuentran todos los personajes que aparecen en el largometraje. Los anfitriones y protagonistas del largometraje son Alessandro y Arturo, otra pareja gay, uno de ellos fontanero y el otro un profesor fracasado. Ambos ven su mundo, ya ligeramente resquebrajado por los problemas en su relación, totalmente cambiado con la llegada de Annamaria. Ella es la exnovia de Alessandro, que llega con sus dos hijos para dejarlos al cargo de Alessandro y Arturo, ya que debe ser ingresada en el hospital por unos continuos dolores de cabeza.
El papel de Annamaria, interpretada por la actriz Jasmine Trinca, que obtuvo el premio David di Donatello 2020 del cine italiano como mejor actriz, es una presencia constante durante todo el largometraje a pesar de que aparece en pocas escenas.
Recuerda de este modo al papel que interpretó la actriz en la miniserie La meglio gioventù, en la que su personaje, a pesar de aparecer en pocas escenas, tenía un peso muy grande en el desarrollo de la historia. Del mismo modo, aquí el director Ferzan Ozpetek le otorga un protagonismo omnipresente que permanece desde el inicio hasta el final.
Por otra parte, con un reflejo de la sociedad actual, y con pinceladas a diversos temas, la película, sin embargo, tiene algún planteamiento inconcluso. La llegada de los niños hace que los protagonistas tengan que enfrentarse a un nivel de responsabilidad nuevo para ellos y que va más allá de sus problemas personales, que siguen aflorando aunque llevaban sumergidos hacía tiempo.
No obstante, la película deja una sensación amarga en lo que respecta a algunas de las discusiones entre los protagonistas, sin que lleguen a resolver los problemas, aunque en apariencia sí lo hagan. Por ello, la película puede pecar de emotividad, quedándose en la superficie sin llegar a profundizar en los verdaderos problemas y la manera de solucionarlos.
Se debe destacar que la película se inscribe dentro de la ideología de género, tan en boga en la actualidad y que influye en todos los ámbitos sociales y culturales. Por ello, pretende reflejar cómo ha cambiado nuestra sociedad y mostrar con normalidad que una pareja homosexual puede ejercer la paternidad, planteando al espectador que la posibilidad de la adopción por parte de parejas homosexuales debe ser un tema tratado con normalidad en la sociedad, aunque ello se contrapone a la antropología cristiana.
Asimismo, confronta lo beneficioso que estaba resultando para los niños convivir con la pareja formada por Arturo y Alessandro con las dificultades que Martina y Sandro encuentran al conocer a su abuela, la madre de Annamaria, una aristócrata.
En lo que respecta a los aspectos técnicos, el largometraje está cuidadosamente rodado, con unos planos que permiten al espectador descubrir las emociones de los personajes en profundidad, mientras que la narración consigue atrapar y hacer los espectadores empatizar con los protagonistas, así como con los niños, que realizan un papel extraordinario.