Crítica
Público recomendado: +18.
La emperatriz rebelde se estrena de la mano de ADSO FILMS. Llega a los cines la nueva película de Marie Kreutzer (Die Vaterlosen), nominada al León de Oro por El Suelo Bajo Mis Pies, que retrata a una Isabel de Austria (Sissi) ávida de vida, y que se enfrenta a las convenciones que se le imponen.
Isabel de Baviera en 1877 es, desde su matrimonio con Francisco José I de Austria en 1854, Emperatriz consorte de Austria y Reina de Hungría, Bohemia, Croacia y Eslavonia, Dalmacia, Galitzia, Lodomeria e Iliria. Llevan 23 años casados y tienen tres hijos. Desde que murió su primera hija Sofía en 1857, no le es permitido criar a sus hijos, y se ha distanciado de su esposo, que también tras la batalla de Solferino en 185, pasa por momentos complicados y ha buscado sus escarceos en paralelo.
El retrato de su infancia rodeada de sus siete hermanos y criada lejos de la corte de Viena, en Munich y Baviera que quedará en nuestra memoria con la película de Sissi Emperatriz (1957), es certero. Su boda fue rápida y de improviso se topó con una corte exigente y demandante. Es una mujer muy bella, muy culta, sensible, amante de su autonomía y rebelde. Habla 5 idiomas, y practica diferentes deportes con destreza: equitación, esgrima, gimnasia, senderismo, caza. Ahora tiene 40 años.
En la Navidad de 1877, Sissi Emperatriz celebra su cumpleaños y no hay atisbo de felicidad a su alrededor. Todo son reproches, conservadurismo y estricto protocolo, que ha ido en aumento desde que se convirtió en monarca. La nostalgia interior le hace buscar su propio camino, donde no cabe nadie más, buscando emociones frustradas. Es juzgada constantemente por su marido y sus propios hijos y vive refugiada en su belleza, que ya percibe en decadencia por el paso del tiempo. Asfixiada por las normas, y con un apetito voraz de saber y de vida, Isabel de Austria se rebela cada vez más contra las imposiciones, en búsqueda de la emoción de la juventud.
Marie Kreutzer, austríaca, dirige esta película, protagonizada por Vicky Krieps (El Hilo Invisible, Abrázame Fuerte), que interpreta con maestría a Sissi, obligada a someterse a un estricto régimen de ayuno, ejercicio, peluquería y toma de medidas diarias de la cintura. La clave de enfoque de esta película nos la aporta la propia Kreutzer: “Sissi está en un punto de cambio en su vida, y eso es lo que quería retratar. Ya está muy harta de esa imagen tan pesada que tiene que mantener todo el tiempo y, por otro lado, no está segura de si sigue interesada en cumplir el papel de monarca, así que empieza a preguntarse qué más puede hacer. Para mí, las imágenes dentro de la película representan el hecho de que quizás hay otra versión de sí misma que es posible. Me pareció muy interesante que sus hijos representaran la monarquía mucho más que ella”.
Un retrato psicológico feroz, acompañado de una música que la proyecta fuera de su tiempo (Camille), y que nos muestra a una mujer insegura y totalmente desdichada, que desearía tener otra vida. La cámara se le acerca de tal manera que conocemos su respiración, sus rubores, su tristeza y sus deseos, sin filtro. Vicky Krieps está soberbia y muestra tantos registros que hacen de su personaje alguien verosímil y doliente.
Tras su participación en el Festival de Munich y en el Festival de Jerusalem, donde fue nominada a Mejor Película Internacional, participó en Un Certain Regard del Festival de Cannes, donde Vicky Krieps ganó el Premio a Mejor Actriz. La actriz luxemburguesa también fue premiada en el Festival de Sarajevo, donde el filme recibió además el Premio a Mejor Película. Más recientemente, La emperatriz rebelde fue seleccionada en la Sección Perlas del Festival de San Sebastián 2022 y en los Premios EFA.