Crítica:
Público recomendado: Todos
La ciudad de las estrellas era una verdadera apuesta de la productora Lionsgate, pues es casi suicida hacer triunfar un musical que no sea una recopilación de éxitos pasados, como lo eran Across the Universe, Mamma mia, Moulin Rouge, o que no lleve la franquicia Disney. Lo cual sucede no solo en las películas musicales; en el teatro, los musicales corren el mismo riesgo. Hoy no me puedo levantar, con la música de Mecano, o Quisiera ser, con las canciones de El dúo dinámico tenían la música tan amortizada y tan presente en el inconsciente colectivo que eran apuesta (casi) segura en la escena teatral y triunfaron, mientras que otras experiencias con guion adaptado, pero música de nueva creación, como El diario de Ana Frank sucumbieron prontamente.