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La Liga de la Justicia de Zack Snyder

Caratula de "La Liga de la Justicia de Zack Snyder" (2021) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +13

Película estrenada en plataformas

La historia detrás de La Liga de la Justicia de Zack Snyder es tan increíble y convulsa que bien podría hacerse otra película sobre ella. Permítanme que desgrane lo más importante antes de entrar en la película en sí: Después del éxito de El hombre de acero, Warner encargó al director Zack Snyder la construcción de un universo compartido de los personajes de DC comics, tal como había hecho Marvel. Pero el acercamiento de Snyder era diametralmente opuesto al de la empresa de Stan Lee: el tono de sus películas es dramático y serio, el tratamiento de los personajes solemne, héroes clásicos en un mundo necesitado de esperanza. Otra característica eran los referentes mitológicos y religiosos, especialmente una alegoría cristológica desarrollada alrededor de Superman, algo que siempre ha estado asociado al personaje, y que Richard Donner y Bryan Singer ya habían apuntado en sus acercamientos cinematográficos.

El estreno de Batman v Superman: el amanecer de la justicia supuso una tormenta de críticas por el tono oscuro y el dramatismo de la historia, en la que Superman termina muriendo en sacrificio por la humanidad (no muchos entendieron el final cargado de esperanza de aquella película). A pesar de que los resultados de taquilla no fueron malos, los nervios se apoderaron de los estudios Warner, que perdieron la confianza en la visión de Zack Snyder. El problema es que el director estaba ya comenzando el rodaje del siguiente paso de su plan, Liga de la Justicia, de modo que decidieron no relevarle. Una vez rodada la película, Snyder presentó un primer montaje que Warner rechazó. El estudio decidió que había que rodar nuevas escenas para dar un giro al film. Su anhelo era acercarse a las recaudaciones y aceptación crítica de la Marvel, y pensaban que copiando el tono ligero y colorido de sus películas lo lograrían. Es por ello que llamaron a Joss Whedon, el director de los dos primeros Vengadores, para escribir las nuevas escenas de Liga de la Justicia, que en teoría debería dirigir Snyder. Pero en aquellos momentos el director se encontró con una enorme tragedia personal, ya que su hija adolescente Autumn se quitó la vida. Snyder intentó refugiarse en su trabajo, pero las presiones de Warner para alterar de forma esencial su película hicieron que tomara la decisión de abandonar el proyecto para estar con su familia.

Warner encargó entonces al propio Whedon que dirigiera los llamados “reshoots”, y aunque públicamente aseguraban que serían escasos y siguiendo la visión de Snyder, lo cierto es que Whedon terminó rodando una hora entera de película, a la que añadió 50 minutos del material de Snyder, y dando un giro radical en fotografía, música, montaje, efectos y tono. La película se estrenó, convirtiéndose en un sonoro fracaso, la primera del nuevo Universo DC en provocar pérdidas. La mayor parte del público se olvidó de ella, pero un grupo de fans empezaron a pedir en internet el estreno del montaje original de Zack Snyder. Al principio eran pocos y se les calificaba de locos, se decía que el montaje no existía y que Warner nunca querría sacarlo. Pero el lema “Release the Snyder Cut” seguía extendiéndose, alimentado por una serie de imágenes que el director compartía con los fans. Al mismo tiempo, los seguidores aprovechaban los eventos con los que pedían la salida del corte para promocionar a la Asociación de Prevención del Sucidio, en recuerdo de Autumn Snyder (se ha llegado a recaudar medio millón de dólares para la causa, además de alimentos para familias sin recursos). Finalmente, y después de que el Snyder Cut se convirtiera en trending topic mundial, el grupo Warner anunció que estrenaría la película, renombrada como Zack Snyder’s Justice League, a través de su plataforma online HBO max. La expectación no ha hecho más que subir según se acercaba el estreno, y ha culminado el pasado 18 de marzo con un sonoro éxito de público y crítica, una reivindicación que pone sobra la mesa incluso el posible retorno de Zack Snyder al universo DC.

 

En cuanto a la película en sí, el espectador que se crea que estamos ante un director’s cut o versión extendida al uso se llevarán una gran sorpresa. No solo desaparece la hora rodada por Whedon, y tenemos alrededor de tres horas de material nunca visto, es que incluso los 50 minutos de Snyder que comparte con la película de 2017 aquí lucen de manera totalmente distinta. La línea argumental más básica es la misma, claro: el  alienígena Steppenwolf busca tres artefactos de poder, las Cajas Madre, que permitirán transformar la Tierra para su conquista, mientras Bruce Wayne y Diana Prince reúnen un equipo de seres con poderes, hasta que se dan cuenta de que pueden hacer regresar a Superman de la muerte.

Sin embargo, ese es solo el esqueleto. En la película de Snyder la historia está mucho mejor construida, y tiene ciertos giros y subtramas diferentes que la hacen mucho más interesante. No solo eso, los personajes, que eran meros esbozos en la película de 2017, están aquí plenamente desarrollados. Todos tienen su momento, su historia y sus motivaciones (mención especial al personaje de Cyborg, que se convierte en el corazón de la película con una trama repleta de emoción). Incluso el villano Steppenwolf, además de resultar mucho más amenazante e imponente gracias a que ha recuperado el diseño original de Snyder, tiene una historia personal detrás que le da una motivación entendible. La impresionante creación de mundos, el tono aventurero y solemne, y la conexión con los mitos del pasado parece emparentar esta encarnación de los súper héroes de DC con El señor de los anillos. Pero se puede decir que no lo apuesta todo a esa nota única, sino que nos ofrece un poco de todo: momentos de humor (que no resultan estrepitosos y disruptivos como los que añadió Whedon), acción espectacular, y a lo mejor para sorpresa de muchos, bastante emoción y calidez humana.

Y es que el tema de la familia, como en las anteriores películas de Snyder para DC, resulta central. Nos encontramos con un grupo de personajes que, o bien son huérfanos, o bien mantienen una relación conflictiva con sus padres. En cierta medida son personas solitarias, casi marginados. El grupo formado por Bruce Wayne y Diana Prince se convertirá en una suerte de familia sustitutiva. Tanto es así que el relato parece tornarse en un acercamiento a la parábola del hijo pródigo, de modo que cada uno de los personajes termina regresando a “la casa del padre”, de manera física (Superman volviendo a la nave kryptoniana, donde escuchamos las voces de su padre biológico y del adoptivo, Bruce Wayne rehabilitando la derruida Mansión Wayne, Arthur Curry yendo a buscar a su progenitor) o simbólica (Barry Allen reanudando la relación con su padre, Diana Prince planteándose un regreso a Themyscira, Victor Stone reconciliándose con el recuerdo de su padre). Incluso la motivación del villano Steppenwolf es rehabilitarse a ojos de la terrible figura paterna de Darkseid, y su regreso también se consuma, aunque no del modo que él habría esperado.

Snyder también retoma la analogía cristológica sobre Superman de una manera interesante: su sacrificio ha inspirado a Bruce Wayne, de manera que le dice a su mayordomo Alfred “por primera vez me guío por la fe”. Después de la resurrección de Superman, Snyder se recrea en un plano del héroe frente al sol con el mundo a sus pies que sin duda remite a cierta iconografía pictórica cristiana.

Otra lectura de la película, de un tipo más social, reside en la importancia de la unión de los pueblos de la Tierra para sobreponerse a los problemas. La historia cuenta de forma expresa que el mal asoma la cabeza ante la desunión, y solo desde la unión se le puede derrotar.

Además de esta riqueza temática, la película cuenta con un gran elenco de actores que ofrecen unas estupendas interpretaciones, destacando el joven Ray Fisher en su papel de Victor Stone/ Cyborg. Por otro lado, el trabajo visual de Zack Snyder es de una excelencia como pocas veces se ve en el cine comercial. Los valores de producción (decorados, vestuario, efectos…) son de primer nivel. A pesar de durar casi 4 horas, la película no se hace aburrida en ningún momento. Aún así, está dividida en 7 partes anunciadas con unos rótulos que ayudan a verla de forma fragmentada si así lo desea el espectador.

Y justo al terminar, la dedicatoria a Atumn Snyder nos recuerda la tremenda historia personal que hay detrás de esta película para su realizador. Una historia sobre la familia que ha podido salir adelante gracias a la inspiración de su familia. Un regalo para los seguidores de los comics de DC, y para cualquier amante del cine. Un caso único en la historia del séptimo arte. Una de las mejores películas de súper héroes jamás rodadas, que estuvo tres años guardada en un cajón. Un evento que no hay que perderse.

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