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La Llorona

Caratula de "La Llorona" (2020) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +18

Ojo. No confundir con la película del mismo título estrenada en 2019 que utilizaba la leyenda hispana como una excusa para prolongar el conocido universo de Expediente Warren. De hecho, aquella película y esta que nos ocupa no se parecen en nada más allá del título que comparten. Es más, el film de 2019 era una cinta de terror al uso, independientemente de que fuera mejor o peor película. Sin embargo, La llorona de 2020 no es solo una propuesta bien distinta al largometraje del año anterior, sino que además es un film muy singular si nos empeñamos en catalogarlo como película de terror.

La llorona (2020) es de entrada una cinta guatemalteca lo que ya de por sí tiene su singularidad. Es más, que sea un cineasta sudamericano el que aborde una leyenda de origen prehispánico que se ha ido trasladando de forma oral de generación en generación también parecía un aliciente interesante. Pero es que además La llorona (2020) es la tercera y última película del director guatemalteco Jayro Bustamante que cierra con esta cinta su particular “trilogía del desprecio”. Se trata de tres películas centradas en tres formas habituales de despreciar a alguien en su país natal, “indio” en referencia a los indígenas, “hueco”, una forma de denostar a los homosexuales y “comunista”.

Es por esta razón que no debería extrañarnos que La llorona (2020) sea una película más reivindicativa y en este caso, más política, que de terror. El film arranca con un viejo general a modo de reflejo ficticio de Efraín Ríos Montt, dictador guatemalteco que fue condenado por genocidio a la raza indígena del país. Tras haber declarado en un juicio, el general se encierra en su casa con su familia mientras huye de las protestas que lo acosan al grito de “asesino”. Ya en casa, durante la primera noche, una lánguida voz parece evocar una terrible tristeza.

Este es el único momento estrictamente, aunque es cierto que hay cierta aura de extrañeza durante todo el metraje, si La llorona es una película de terror desde luego es una película muy especial. Eso sí, esto no quiere decir que la película de Bustamente sea mala, más bien al contrario. Lo único es que es más que probable que más de uno se sienta un poco perdido pensando que iba a ver un tipo de película y finalmente se encuentra con una cosa completamente diferente.

Por lo demás y dentro de su propia singularidad, La llorona (2020) es una película muy bien construida con una puesta en escena especialmente mimada. Resulta muy agradable contemplar cómo los planos duran más de lo habitual, como las secuencias se encadenan sin prisas y como la acción se desarrolla a un ritmo tan poco frecuente en el cine comercial. Y aún siendo una cinta de terror singular, no es menos cierto que la atmósfera que poco a poco va enrareciendo el ambiente encaja muy bien con el género con el que parece conectar de forma tangencial.

Al final, no obstante, La llorona (2020) es un drama de tintes político más que otra cosa. Es una película que está muy bien y es muy recomendable, pero conviene tener el estómago listo para digerir un producto particular. No es una cinta de terror al uso, aunque contiene ciertos elementos esenciales y tampoco es un drama político a los Costa-Gavras aunque seguramente esta película le gustaría al director griego.

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