Crítica:
Público recomendado: Todos
El largometraje La luz con el tiempo dentro dedicado a Juan Ramón Jiménez se estrena este mes en cines españoles. Se trata de un largometraje de ficción –el primero- sobre el poeta dirigido por Antonio Gonzalo, en el que el Nobel, en sus últimos años, rememora los episodios más destacados de su trayectoria vital y poética.
Se rodó el pasado verano en distintos escenarios andaluces, entre ellos su localidad natal, Moguer, que se convirtió durante varias semanas en un improvisado plató de cine por el que pasaron alrededor de 40 actores y una treintena de técnicos.
Se trata de “la primera película de ficción” que se rueda sobre el inolvidable autor de Platero y yo, en la que se cuenta una historia sobre su vida, con sus luces y sombras, sin olvidar, la maravillosa historia de amor que mantuvo Juan Ramón con su esposa Zenobia Camprubí, o la historia de Marga, la escultora que se enamoró secretamente de JRJ. Las primeras imágenes de este trabajo cinematográfico pudieron verse el pasado mes de noviembre en primicia en Moguer, ante un público de investigadores y estudiosos juanramonianos que participaban en el Simposio Internacional Cien años de Platero y yo. En la película aparecen caras tan conocidas como las de Carlos Álvarez-Novoa y Ana Fernández, ganadores ambos de un Goya por su papel en Solas; la del actor y monologuista Alex O’Dogherty. Entre el elenco que forma parte de esta gran producción destaca también la presencia de Federico García Cambero, un prestigioso director de arte que ha trabajado con Pedro Almodóvar, la de Tamara Arias una actriz sevillana afincada en Los Ángeles y la de Ignacio Mateos, actor que dio vida en la gran pantalla al pintor Pablo Picasso en la película de Fernando Colomo La banda Picasso.
Este gran proyecto cinematográfico que llega en marzo a la gran pantalla se basa en el guión de Teresa Calo, que ha sido fiel a la sensibilidad, a los miedos y a la poesía de Juan Ramón Jiménez, regalándonos un hermoso proyecto con el que ha intentado “hacer justicia para devolver a Juan Ramón todo lo que ha dado a la literatura de nuestro país”. Calo, interpreta también a Isabel Aymar, madre de Zenobia Camprubí, y que solo conocía Moguer por fotos y por todo lo que había tenido que bucear en la vida del Nobel, aseguró durante su estancia en la localidad que para ella ha supuesto una gran emoción comprobar que el autor de ‘Platero y yo’ “no estaba enamorado de una idea, sino que estaba enamorado realmente de un lugar maravilloso”.
El guión de la historia La luz con el tiempo dentro intenta ser un viaje por vida y alma de Juan Ramón. Él no sólo es el protagonista, sino el narrador. Por eso se ha extraído todo el material posible de su vida y obra, se ha intentado que el poeta hable con su propia voz; hasta el punto de que, algunas secuencias, son reproducciones adaptadas de relatos suyos.
Una vida como la de Juan Ramón Jiménez, fecunda, atormentada, gozada, sufrida, exprimida, despreciada, atesorada, inquieta, intensa, azarosa, la vida del poeta para el que “el sustantivo es la virtud, el adjetivo es el vicio”. De personalidad contradictoria: egoísta, narcisista, insociable, antipático según algunos autores; y espiritual, reservado, trabajador, generoso, cariñoso, comprometido para otros. Un genio que, además padeció la enfermedad de Crohn, desconocida en su tiempo, con una sintomatología que padeció atribuida a trastornos psíquicos. Todo ello condicionó su vida y fue causa desde su juventud de varios ingresos hospitalarios. Se le diagnosticó una neurosis depresiva con episodios de grave hipocondría, y esta enfermedad acrecentó un trastorno bipolar.
De creación doliente como fue la existencia de Juan Ramón, en este biopic se ha querido extraer la esencia del hombre y del poeta, intentar un humilde viaje por el paisaje árido y a la vez exuberante de su alma, de la luz o la oscuridad hacia el tiempo de su alma.