Crítica
Público recomendado: +16
En una impresionante mansión vive una singular familia. Desde el primer momento percibimos que se trata de un núcleo extraño. Hay unas reglas demasiado estrictas que parecen girar en torno a un niño de unos ocho años postrado en una silla de ruedas. La casa y su entorno parecen irradiar una extraña sensación asfixiante de que algo no va bien. Al principio no sabemos si es la madre, el médico o los convivientes que deambulan por el lugar. No pasará mucho tiempo hasta que nos demos cuenta de que a pesar de lo que pudiera parecer, La maldición de Lake Manor no es una cinta de fantasmas. Y prepárense, porque la cinta no irá más que apartando más y más capas a una historia cuyo colofón nos situará en una película totalmente distinta.
La ópera prima del italiano Roberto De Feo está muy bien. Y lo mejor de todo es que no se conforma con ofrecer una correcta película de terror, que lo es. De Feo aspira a ir un poco más allá subvirtiendo el subgénero y situando el largometraje en un paralelo completamente ajeno al previsto inicialmente. De Feo, lo hace, eso sí, plantando muy bien sus cimientos para erigir un edificio sólido de terror.
De hecho, en un primer momento La maldición de Lake Manor parece una de esas cintas “muy dirigidas” en las que nada parece dejado al azar y donde todo resulta demasiado estudiado. A veces las películas así le quitan frescura al conjunto, pero lo cierto es que en la película de De Feo todo adquiere un tono mucho más extraño casi cercano a la fábula. Con ilustres figuras del genero transalpino como Argento o Fulci amenazando en cada una de las esquinas de la mansión en la que se desarrolla la acción La maldición de Lake Manor es también un estimulante cuento sobre el despertar de la sexualidad en un niño que ha vivido completamente aislado hasta que una joven entra en la casa. Una presencia que lo cambiara todo y a todos.
Por lo demás yo la vería, esencialmente porque su final no dejará indiferente a nadie y solo eso ya creo que vale la pena. Yo de todos modos voy a procurar no perderle la pista a Roberto De Feo porque se nota que sabe lo que hace cuando tiene una cámara delante y en la medida de lo posible intentaré no hacerle mucho caso al remake que Hollywood ya anda preparando de La maldición de Lake Manor.