Crítica:
Público recomendado: Jóvenes
Mal empiezan los estudios Universal con lo que han venido a llamar Dark Universe. Esto es, resucitar a la galería de monstruos clásicos de su propiedad (Frankenstein, Drácula, el hombre lobo, el hombre invisible…) en un ciclo de películas cruzadas al estilo de Marvel, en donde Iron Man se cruza con Thor. pero actualizando unos mitos de comprobada solvencia a lo largo y ancho del cine y la literatura.
Para comenzar con buen pie la Universal ha decidido tirar la momia, a la vista de los buenos resultados que ofreció su última y delirante versión con Brendan Fraser al frente del reparto. En esta ocasión es Tom Cruise quien tiene que enfrentarse a tan ilustre cadáver amortajado lo que tiene su singularidad. Cruise es muy poco amigo de sumarse a proyectos ajenos y si lo hace, al final los convierte en apuestas propias. A través de su productora es rara la película en la que interviene sobre la que no despliega un poder casi absoluto. Sin embargo, en esta ocasión Cruise no es más que un invitado más, casi un secundario con un monstruo al que le han cambiado el género por aquello de que queda mejor en pantalla y algunos personajes de fondo con un prometedor e interesante desarrollo posterior como es el caso de Russell Crowe que interpreta a un tal doctor Henry Jeckyll. No sé si les sonará de algo…
Sin embargo y pese a todo el esfuerzo económico puesto en la película (más de 120 millones de dólares de presupuesto), La momia, 2017 es una propuesta demasiado insustancial. Es cierto que también lo era la de Fraser, no nos vamos a engañar ahora, pero curiosamente películas como estas sirven al menos para reivindicar títulos como La momia de 1999 y su secuela. La película protagonizada por Fraser y dirigida por Stephen Sommers era como mínimo más auto consciente, es decir, sabía que no era gran cosa, que solo era un placer culpable, un divertimento con puntuales guiños al cine clásico, al de terror y al de aventuras. En cambio, el principal problema de La momia de Tom Cruise es que se toma a sí misma demasiado en serio y esto es un error garrafal a la vista del disparate que propone la cinta.
Tendríamos que haberlo visto venir. En general, que hayan seis escritores acreditados en su guión no suele ser muy buena señal. Tanta gente metiendo mano en un libreto solo pone de manifiesto que el guión se reescribió una y mil veces porque no terminaba de convencer. Mal principio. Por otro lado, que el director elegido para revivir a la momia fuera Alex Kurtzman tampoco fue la mejor decisión que se tomó aquel día. Kurtzman es conocido por estar detrás de los guiones de La isla, Mission: Impossible III, Transformers. La venganza de los caídos y Cowboys & Aliens lo que no suponía una garantía de nada más allá de la de un profesional dentro del sistema que sabe lo que es un blockbuster y que según el caso, sabe más o menos cómo venderlo.
Desde luego, una película como La momia se iba a vender sola y de hecho ya es el segundo mejor estreno del año con el permiso de Wonder Woman y aunque seguramente al final salgan los números, sería muy interesante que la Universal se sentará a reconsiderar la estrategia de su Dark Universe.