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La profesora de parvulario

Crítica

Público recomendado: Adultos

En Staten Island, en una escuela de educación infantil, una maestra, Lisa Spinelli se obsesiona con Jimmy, un alumno de cinco años que parece tener facultades para ser un extraordinario poeta. Tal vez porque ella es una persona insatisfecha consigo misma, se deja fascinar por la atracción de un don que a ella le falta, sin medir las consecuencias de sus actos.

Lisa Spinelli, de unos cuarenta años, casada y con dos hijos adolescentes, podría tener todo para ser feliz, tanto en el aspecto familiar, como en el profesional. Pero en realidad es una persona frustrada, que incluso envidia en cierto modo las capacidades de su hija, que le permiten tener un expediente brillante en la universidad, como Lisa hubiera deseado para sí misma. Los dos hijos se lamentan con el padre de que su madre no se alegra de sus éxitos, no está orgullosa de ellos. Intentando hacer surgir de ella un aliento poético, acude a un taller literario. Pero, a pesar de sus esfuerzos, tanto el profesor como el resto de sus compañeros de clase consideran que las creaciones literarias de Lisa carecen de toda originalidad. Cuando descubre un talento poético en uno de los niños de la guardería, Jimmy Roy, queda literalmente fascinada y toda su frustración personal se vuelca ahora sobre el pequeño para asumir la responsabilidad de que esa capacidad creativa no sea cortada en agraz. En su malsana obsesión, acaba por considerarse como una especie de héroe salvador de un talento artístico que la mediocridad del mundo que rodea al niño acabaría destruyendo.

Sara Colangelo, responsable de la dirección del film además del guion, firma una película correcta, a pesar de la falta de originalidad en ambos aspectos. Es un remake de la película fancoisraelí del mismo nombre, La profesora de parvulario de Nada Lapid (2014), con pocas variaciones en la trama y con algunos planos casi idénticos. Maggie Gyllenhaal interpreta a la perfección a una persona normal, pero que encierra un conflicto interior sin resolver que puede llegar a convertirla en un ser destructivo sin que ella misma se dé cuenta. Hay que penetrar en el laberinto en el que se encuentra sumida, para poder entender sus disparatadas acciones. Gael García Bernal desempeña bien su papel de Simon, el profesor del taller de literatura, así como Parker Sevak encarnando al pequeño Jimmy, y el resto del elenco. Pero es Maggie Gyllenhaal quien lleva todo el peso de la película. El film es entretenido y deja en el aire algunos temas para la reflexión, acerca de con qué facilidad pueden malograrse los talentos si no hay alguien que asuma la responsabilidad de salvaguardar el don y evitar que el entorno acabe por sofocarlo, y, más profundo todavía, sugiere una pregunta: ¿Nuestra sociedad materialista considera realmente importante una capacidad artística? Quizá la respuesta ya esté implícita en el lugar que se les concede a las artes en la escuela.

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