Crítica
Público recomendado: +12
Llega a nuestras pantallas una nueva producción de Angel Producciones, la compañía detrás de títulos como Sound of Freedom (Alejandro Gómez Monteverde, 2023) o la serie The Chosen. La promesa de Irene se basa en la historia real de Irene Gut, y está dirigida por Louise Archambault, una veterana directora canadiense.
Irene Gut es una enfermera polaca durante la invasión alemana de 1939. Irene es reclutada por el ejército alemán para llevar la casa de un comandante nazi. Gut aprovechará su posición para salvar las vidas de muchos judíos, a los que esconde en el sótano de la casa.
No cabe duda de que la historia de Irene Gut es un ejemplo de heroísmo en una situación límite, y de que el ser humano es capaz de poner en riesgo su propia vida por los demás. Gut recibió la Medalla de los Justos de las Naciones por sus valientes acciones.
El autor del guion, Dan Gordon, escribió la novela inspirada en esos hechos reales. Pero el guion de la película se basa más en la adaptación teatral que el mismo Gordon hizo de su novela. Esto supone que la acción está mucho más concentrada en la casa donde Irene esconde a los judíos. Lo que en principio podría ser una limitación, y podría conferir a la película un aire teatral, la directora lo convierte en una oportunidad para sacar partido a la claustrofobia de esa localización casi única, a la sensación de que no hay escape posible. Buena parte de la historia, por lo tanto, se convierte en un apreciable ejercicio de suspense.
Eso no significa, por supuesto, que el aspecto más humano y profundo no esté tratado, de hecho impregna toda la película. La humanidad y el compromiso de Irene se contrapone no solo a la maldad de los oficiales nazis, sino también a la complicidad explícita o implícita de otros ciudadanos polacos. También encontramos un valioso mensaje de apoyo a la vida y contra el aborto que ha puesto nerviosos a algunos medios de comunicación.
Cinematográficamente no estamos ante una gran película, pero sí lo suficientemente bien narrada y producida como para mantener el interés como relato, y con un contenido temático más que edificante.
Federico Alba.