Crítica:
Público recomendado: Todos
Adaptación de la icónica Charada muy por debajo de aquélla que no logra ni el glamour ni en el encanto con que Cary Grant y Audrey Hepburn rubricaron una de las películas más redondas del género de la década de los 60. Con todo, no se pueden obviar sus méritos, y es que retoma un clásico del suspense y lo convierte en un thriller con todos los ingredientes que caracterizan a este género posmoderno y que van más por el montaje delirante, las grandes persecuciones en exteriores y la mezcla de personajes y flashbacks para contribuir al resultado trepidante del conjunto.