Crítica:
Público recomendado: Todos
Western protagonizado por John Wayne y dirigido por Michael Curtiz que fue, además, su último trabajo detrás e la cámara que realizó a los 75 años tras lo que moriría. Se trata de uno de los westerns de los años 60 que más y mejor bebe de las esencias del clásico donde el director de Casablanca, Robin Hood y Sinuhé el egipcio volvió a brillar con luz propia. John Wayne sempiterno vaquero buscavidas volvió a recrear al rudo pistolero cuyo corazón está rebosante de buenos sentimientos. Sólo él supo recrear esta dualidad y hacerla propia sin caer en maniqueísmos ni ciertas imposturas. Su buena voluntad es, por tanto, verosímil, sincera y propia del género del que él fue el rey indiscutible.