Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Maixabel

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +13

Envuelta en polémicas e incomprensiones se ha estrenado la última -y probablemente la mejor- película de Icíar Bollaín. Presentada en el Festival de San Sebastián, donde obtuvo el premio católico SIGNIS, la cinta nos lleva al proceso que se inició en 2011 en el penal de Nanclares de la Oca, cuando la abogada Esther Pascual puso en marcha un proyecto de justicia restaurativa que sentaba cara a cara a víctimas de ETA y a presos etarras. Mejor dicho, ex etarras, pues se trataba de reclusos que en la cárcel habían abandonado la banda terrorista, cayendo en desgracia y siendo tildados de traidores por sus antiguos compañeros y familiares y amigos. Maixabel, con guion de Icíar Bollaín e Isabel Campo, se centra en el caso de Maixabel Lasa, viuda de Juanmari Jáuregui, Gobernador civil de Guipúzcoa entre 1994 y 1996, y que fue asesinado en 2000 en Tolosa. Maixabel se incorporó al Programa de mediación, y pudo entrevistarse con Ibon Etxezarreta y Luis Carrasco, miembros del comando que acabó con la vida de su marido.

La genialidad de la película es que sabe moverse con sensibilidad e inteligencia en un terreno delicado que despierta numerosas susceptibilidades. Y lo hace siguiendo la misma fórmula que Patria, la novela de Fernando Aramburu, es decir, centrándose en el drama humano de los personajes, tratando de no partir de prejuicios, y evitando una postura política. Nada tiene que ver esto con la famosa equidistancia: en el film queda claro quién es la víctima inocente y quién el asesino cegado por el odio ideológico. La película no blanquea a ETA ni juzga a quienes rechazan la vía Nanclares. En absoluto. Pero también hay que decir que la película no contrapone ángeles con demonios, sino hombres y mujeres que se han jugado la libertad en direcciones opuestas, pero seres humanos al fin y al cabo. Precisamente por ello es posible el encuentro entre víctimas y verdugos. Las conversaciones entre Maixabel y los ex-etarras son un ejemplo de maestría en la escritura de guion, sostenidas por unas interpretaciones de Blanca Portillo, Luis Tosar y Urko Olazabal que conmueven hasta las lágrimas. El papel de los secundarios es vital en esta historia, especialmente el de María, la hija de los Jauregui.

Estamos ante una película que reivindica el perdón, como algo que se identifica con la plenitud de lo humano. Maixabel, después de su primer encuentro, reconoce que ha vuelto a florecer en ella una humanidad que la llena de alegría, que se corresponde con su corazón. La escena final en lo alto del monte es una escena antológica, no solo del cine, sino como representación de la grandeza del ser humano.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad