Crítica
Público recomendado: +18
La versión con licencia grunge y punk situada entre 1883 y 1898 sobre la hija más joven de Karl Marx, Jenny Julia Eleanor Marx, apodada familiarmente “Tussy”. Interesante retrato de los primeros momentos de avances ideológicos, antropológicos y jurídicos en los derechos de los trabajadores y de la mujer.
Brillante, inteligente, apasionada y escaladora de la libertad, Eleanor Marx estuvo involucrada en la traducción y edición de los volúmenes de Das Kapital. También editó las conferencias de Marx Valor, Precio y Beneficio y Trabajo Asalariado y Capital, que se basaban en el mismo material, en libros. Conoció el pensamiento de su padre de primera mano, y conoció las condiciones de la clase trabajadora en los Estados Unidos, Europa e Inglaterra, como paradigmas de la industrialización. Pregunta. Está a pie de calle. Reflexiona. Escucha. Enseña y reparte comidas para niños sin recursos, se ocupa del sobrino de su difunta hermana.
La biógrafa de Eleanor Marx, Rachel Holmes, escribe: “La intimidad de la infancia de Tussy con Marx mientras escribía el primer volumen de Das Kapital le proporcionó una profunda base en la historia económica, política y social británica. Tussy y El Capital crecieron juntos”.
Cuando su padre muere en 1883, Eleanor Marx constata el abismo entre las ideologías “de gabinete” y la realidad de la condición obrera, los niños y mujeres trabajadores, la situación ínfima en las que vivían, su opresión y su trato infrahumano. A la vez, la vida tranquila y pacífica, hedonista y derrochadora, de los teóricos del socialismo y del comunismo incipientes. Pero además conoció de cerca otro muro que quiso escalar pero que constató en su propia vida incluso, como insalvable.
Fue una de las primeras mujeres que relaciona el feminismo con el socialismo, defiende los derechos de los trabajadores, de las mujeres y lucha por la abolición del trabajo infantil. En 1883 conoce a Edward Aveling, tras la muerte de Marx, y se ve inmersa en una ardiente historia de amor.
El materialismo histórico y ateo envuelve su planteamiento vital, así como el juicio del matrimonio como institución obsoleta, sin embargo, añora la relación profunda, la verdad y la lealtad entre hombre y mujer y así lo espera de su pareja, Edward Aveling.
Conoce a Friedrik Engels y a los primeros que lucharon junto a su padre por instaurar la revolución y la comuna, que después de los años se retiran a una vida placentera y apartada de la lucha y de la acción política. Escribe, traduce escritos de su padre, interpreta, arregla y adapta obras de teatro (por ejemplo, La casa de muñecas de Ibsen). Constata la utopía socialista, y no logrará superar las contradicciones de los que se llaman socialistas a sí mismos, y perpetúan las opresiones y la tiranía en su círculo más íntimo, por ejemplo, entre hombres y mujeres.
La banda sonora, consigue mezclar Chopin con Bruce Springsteen y Downtown Boys, y los recursos más teatrales consiguen hacer dinámicos los discursos-monólogos mirando a cámara. Una película interesante, incluso mirada para ser entendida con guiños al s. XX y XXI. Recomiendo verla con cierta formación filosófica y de historia del pensamiento, para entender precisamente a Marx y su tiempo.
Presentada en el Festival de Venecia: Sección oficial a competición, y en los Premios David di Donatello: 11 nominaciones incluida mejor película y dirección.