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Money monster

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Adultos

Money Monster es el cuarto largometraje como directora de Jodie Foster. La actriz pasada a realizadora nunca había filmado títulos cómodos para Hollywood. No es que filmara películas polémicas es que eran historias sin demasiado gancho comercial, al menos sobre el papel. De hecho, sobre el papel, es más que probable que Money Monster pintara de maravilla. La historia lo tenía todo y sobre todo, daba pie a multitud de lecturas. La película nos cuenta la historia de Lee Gates (George Clooney), un famoso presentador de televisión al frente de un improbable espacio financiero que muy al estilo americano, la pequeña pantalla se encarga de convertir en un verdadero circo. Un día Gates hace un pronóstico y recomienda invertir en una multinacional. Kyle Budwell (Jack O´Connell), un joven de clase media-baja decide hacer caso e invertir una pequeña herencia de 60.000 dólares. Sin embargo algo falla y Kyle pierde su dinero. Desesperado entra en los estudios de televisión y secuestra en directo a Gates.

El guion, con más agujeros que un queso de gruyer, viene firmado por Jamie Linden, Alan DiFiore y Jim Kouf, tres escritores que visto Money Monster, jamás han trabajado en televisión a la vista de los disparates logísticos que uno puede apreciar en el film. No obstante, está claro que la verosimilitud no era una de las prioridades de Foster mucho más preocupada en impregnar el relato de tensión y de paso dejar caer alguna que otra lección moral.

Hay que admitir, la verdad sea dicha, que no se le puede reprochar a Foster que no haya conseguido lo que se proponía. Aunque previsible, la directora consigue mantener el ritmo y tener clavado al público en la butaca. Y aunque también se veía venir, en Money Monster uno puede entrever cómo se critica la televisión, la frivolización de la realidad y sobre todo, la naturaleza moral de la economía, un monstruo abstracto que construimos para facilitarnos la convivencia en sociedad pero que ha crecido, mutado y desarrollado hasta convertirse en una bestia que no podemos controlar.
Al final es cierto que uno sale de ver Money Monster con la sensación de que le han dicho dos o tres verdades aunque no es menos cierto que ya sabíamos de su existencia. También es verdad que sin haber visto una película especialmente original uno sale con la sensación de que lo han mantenido interesado durante todo el film. No hay nada que destacar pero está claro que se ha hecho bien el trabajo.

Otra cosa son los tópicos y sobre todo la impresión de que Money Monster viene firmada por Jodie Foster pero que muy bien podría haberla rodado cualquier otro realizador bien apañado porque no hay rastro de personalidad, ni de originalidad, ni tampoco de riesgo. Se puede ver sí, pero seguramente la olvidaremos con demasiada facilidad.

 

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