Crítica
Público recomendado: +12
Mr. Wain (The Electrical Life of Louis Wain, 2021), la última película de Will Sharpe, es un biopic sobre la vida de Louis Wain, pintor famoso por sus ilustraciones de gatos humanizados. Benedict Cumberbatch interpreta a este personaje tan peculiar y desconocido para la mayoría del público.
Si algo destaca de la vida de Wain son sus condiciones existenciales, el mayor de seis hermanos —siendo las otras cinco mujeres— le pone en la tesitura de hacerse responsable de la economía familiar, lo cual le lleva a aceptar diferentes trabajos como ilustrador. El amor se cruza en su camino cuando conoce a la institutriz de sus hermanas, Emily Richardson (Claire Foy), diez años mayor que él, cuya relación no será bien vista por sus familiares. Una vez Wain inicia su vida independiente de sus hermanas, pero con la obligación de mantenerlas (puesto que ninguna contrajo matrimonio), desarrolla sus ilustraciones de gatos antropomórficos que le llevan a lograr una cierta fama. Su aparente felicidad se ve truncada por el cáncer de su mujer y la enfermedad mental de una de sus hermanas pequeñas. Más tarde, él mismo acabará encerrado en un sanatorio diagnosticado de esquizofrenia, mientras sigue dibujando a sus adorados y coloridos gatos mezclados con otra de sus grandes obsesiones: la electricidad.
Sharpe intenta transmitir el complejo mundo interior de Wain, más que su figura como artista. La relación romántica y los problemas con sus hermanas llegan a eclipsar, por momentos, el valor y lo novedoso de su trabajo como ilustrador. Sharpe quiere abarcar mucho y no lo consigue. Por otro lado, hay que destacar las interpretaciones de Benedict Cumberbatch, Claire Foy y Andrea Riseborough, interpretando a Caroline, la hermana de Wain. Esto, unido a la cuidada fotografía de Erik Wilson y su estridente colorido, que emplea en ocasiones y que nos trae a la mente el estilo visual del cine de Wes Anderson, salvan la película, cuya duración de 111 minutos llega a hacerse demasiado larga en ocasiones.