Crítica
Público recomendado: + 14
El thriller de ciencia ficción ha entrado con fuerza en el principio de la temporada cinematográfica con dos producciones como Greenland y la cinta en cuestión, Nación cautiva. La dirección ha corrido a cargo de Rupert Wyatt, autor de la serie Espías en Washington o producciones de alto nivel como El jugador con Mark Wahlberg y, muy especialmente, El Origen del Planeta de los simios en la que supo dar otra vuelta de tuerca, como diría el escritor Henry James, a la cinta de culto, protagonizada por Charlton Heston en los años sesenta.
El caso es que este cineasta tiene el talento y la experiencia necesaria como para triunfar en el género. Por las circunstancias excepcionales de estos últimos meses, no sabemos el recorrido de esta producción por las salas de cine, pero a pesar de las influencias literarias y cinéfilas de este largometraje, está muy bien construida, ofreciéndonos un arranque magníficamente pensando que dosifica la intriga manteniendo el suspense hasta el último fotograma. Para quienes crean que se trata de un refrito, no irían desencaminados, la película bebe de fuentes conocidas como la histórica La vida de los otros; la peculiar La llegada, así como las adaptaciones de La guerra de los mundos y 1984 sobre los libros de Wells y Orwell respectivamente.
El argumento gira en torno a un grupo de personas que se enfrentan a unos extraterrestres después de que el presidente ficticio de los Estados Unidos firme el armisticio, poniéndose del lado de los todopoderosos invasores que prometen paz y prosperidad para todos los países del mundo en una especie de nuevo orden mundial similar al que estamos padeciendo al menos a nivel mediático
El reparto es coral, pero destacan por encima del resto, la actriz Vera Farmiga que se luce en cada plano y John Goodman, al que asociamos claramente con la comedia, en esta muy notable cinta muestra su versatilidad y hace un cambio de registro brutal, ofreciéndonos un personaje ambiguo que llega a dar miedo sin levantar una sola ceja. En España tenemos un caso similar cuando Alfredo Landa dejó a un lado el género que le hizo saltar a la fama para convertirse en el protagonista de El crack de Garci.
Finalmente, Nación cautiva de alguna manera nos advierte del peligro de los totalitarismos, pero apoyándose en la invasión extra-planetaria para que entendamos que el abuso de poder es negativo, sea cual sea su signo político. En esta historia hay un momento en el que la angustia y el pesimismo se convierten en esperanza cuando vemos una escena en el que un exsacerdote, al que le siguen llamando padre, sale del sótano de una iglesia en ruinas y, en una situación posterior, alguien sugiere la palabra resurrección. Estos dos detalles guardan cierta relación con la popular novela de Alfred Bester, titulada Las estrellas, mi destino. Por último, este realizador sugiere que no hay nada más importante que el que da la vida por sus amigos.