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Nader y Simin, una separación

Caratula de "Nader y Simin, una separación" (2011) - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Adultos

Asghar Farhadi, director iraní, se dio a conocer internacionalmente cuando su película Kanojo ga kieta hamabe (A propósito de Elly, 2009) obtuvo el Oso de Plata al Mejor Director en el Festival de Berlín.

Con sus anteriores cintas, Raghs dar ghobar (2003) y Chaharshanbe-soori (2006), también compitió en los Festivales de Moscú y Locarno, respectivamente. Jodaeiye Nader ez Simin (Nader y Simin, una separación) fue la triunfadora del pasado Festival de Berlín, donde se hizo con el Oso de Oro a la Mejor Película, además del Oso de Plata correspondiente a Mejor Actor y Actriz.

Un matrimonio con una hija adolescente en Irán. El deseo de la Simin de que su hija se vaya al extranjero y ellos acompañándola, para prosperar. Nader debe cuidar de su padre, enfermo de alzheimer ya avanzado, que vive con ellos, y se niega a ir. Una primera diferencia entre Nader y Simin, que hace que Simin vaya a casa de su madre e incluso se plantee el divorcio.

La película nos acerca de lleno al vivir cotidiano en Irán: abogados matrimonialistas, pleitos, divorcios…que funcionan con interrogantes muy básicos y directos, sin tanta burocracia y con bastante caos. También nos acerca al mundo observante musulmán, y a la sociedad parsi, así como a la situación de la mujer y las relaciones con el marido.

Cuando su esposa le deja, Nader contrata a una mujer para que cuide de su padre enfermo mientras va al trabajo cada día y su hija al colegio. Pero no sabe que la mujer no solo está embarazada, sino que trabaja sin el consentimiento de su perturbado marido, ambos musulmanes observantes y de nivel social bajo. Nader no tarda en encontrarse en medio de una maraña de mentiras, manipulaciones y enfrentamientos.

Un acercamiento a lo que supone una separación: se inicia con una diferencia, que se va complicando y haciéndose más grande si no se pone remedio. Simin sigue en sus trece con respecto a su hija, y Nader también. Ambos presionan y manipulan a su hija, para que se ponga de un lado o de otro. Al final los hijos son pretexto y víctima de los conflictos matrimoniales.

Otra vuelta de tuerca cuando las cosas se complican que añade leña al fuego es más y más terquedad, cada uno tiene razón: Nader busca que su hija y su mujer sepan la verdad, y Simin busca acabar con los conflictos huyendo hacia delante.

El análisis interesante del drama es lo que decidirá su hija cuando decidan finalmente separarse para salvarlos. Magnífica película, dirección de actores, guión y tensión dramática.

 

 

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