Público recomendado: Adultos S
Busan, Corea del Sur, 1982. Ik-hyun (Choi Min-sik) es un funcionario de aduanas corrupto, que está a punto de ser despedido. En su último gran golpe, intenta vender una bolsa llena de heroína, y termina aliándose con uno de los jefes mafiosos más importantes de la ciudad, Hyung-bae (Ha Jung-woo). Ik-hyun se gana de inmediato la confianza de Hyung-bae gracias a su imparable verborrea, y así la fuerza de uno y las habilidades del otro permitirán a ambos convertirse en los amos de Busan. Pero, al llegar los años 90, el gobierno anuncia la guerra abierta contra el crimen organizado, y entonces empiezan a aparecer grietas en su relación. La lucha por el poder absoluto ha comenzado.
Como casi todas las películas policíacas surcoreanas, este exitoso filme de Yoon Jong-bin (“The Unforgiven”, “The Moonlight of Seoul”, “Beastie Boys”) desarrolla una larguísima y compleja trama de relaciones conflictivas, plagada de secuencias violentísimas, aliviadas a menudo con singulares golpes de humor negro. Todo ello, rodado con rotundo vigor visual, interpretado con convicción —dentro de un asumido histrionismo— y acompañado por una poderosa banda sonora. El problema es que el guión tiene muy poco vuelo dramático, de modo que los personajes dejan de interesar al espectador (si es que ha conseguido distinguirlos). Además, se repiten situaciones ya vistas en otros filmes semejantes, lo que limita la capacidad de intriga del argumento. Llega un momento en que sólo cabe preguntarse con qué arma llevarán a cabo la siguiente matanza y cuántos hectolitros de sangre generará.
Jerónimo José Martín
Ficha técnica:
Bumchoiwaui junjaeng
Dirección y guion: Yoon Jong-bin.
Corea del Sur, 2012
Duración: 133 min.
Género: Thriller
Interpretación: Choi Min-Sik (Ik-hyun), Ha Jung-Woo (Hyung-bae), Jo Jin-woong, Ma Dong-suk, Gwak Do-won.