Crítica
Público recomendado: +18
El cine de terror, o por lo menos, el buen cine de terror, siempre se ha caracterizado por ser un reflejo bastante certero de la sociedad en la que ha germinado. El llamado slasher (películas de asesinos psicópatas, generalmente enmascarados, que asesinan a jóvenes que generalmente no tienen mucho cerebro) en concreto, siempre se ha entendido como un bosquejo de los jóvenes del momento, con frecuencia desorientados en busca de quiénes son y hacia dónde van. En este sentido, el film original del que parte Navidad sangrienta, es un rara avis de 1974 titulado Navidades negras dirigida por un director que empezó siendo interesante pero que después hizo Porky´s (1982).
El caso es que esa Navidades negras, no estaba mal del todo, sobre todo porque ayudó a enfilar junto con La ultima casa a la izquierda (1972) o La matanza de Texas (1974) la configuración exacta del mencionado slasher con la que sería su obra cumbre, La noche de Halloween (1978). Y eso que su trama (como la del film que nos ocupa), es raquítica hasta el extremo: unos estudiantes son acosados por un extraño durante sus vacaciones de Navidad.
De entrada, la mayor virtud de esta Navidad sangrienta es su cambio de escenario sociológico. Es decir, aquí las mujeres no son víctimas chillonas, que mueren de una forma cruel. Aquí las mujeres son personajes listos y activos, resolutivos y en una última instancia heroínas. Profundamente marcadas por la nueva sociedad hija del “MeToo”, la constante amenaza que siente una mujer por el mero hecho de serlo se deja sentir en la cinta de Sophia Takal.
Eso sí, en Navidad sangrienta encontraremos todo los tópicos propios de un film de este estilo con sus fraternidades universitarias y todo lo que ello suele acompañar pero también se dejará sentir el concepto de ser admitido o rechazado por lo establecido y el tránsito de la juventud a la madurez también. Entiendo que para un slasher no está nada mal.
Sin duda, en buena medida, las responsables de todo lo bueno y lo malo que hay en Navidad sangrienta son su directora y guionista, Sophia Takal y su co guionista, April Wolfe. Ninguna de las dos destaca por sus antecedentes, ni siquiera su directora que en realidad es más conocida por sus dotes como actriz en películas de corte independiente. De hecho esto, y las relativas virtudes de su ópera prima, Siempre amigas (2016), me hacen sospechar que los concretísimos aciertos de Navidad sangrienta puede que sean fruto de la más pura casualidad. Algo como lo que ocurrió con Navidades negras que muchos todavía hoy se preguntan si realmente tiene algo de interés una película como la de Bob Clark. Pues bien, el film de Takal parece que va por el mismo camino y eso, en esencia, para el terreno en el que nos movemos, no es malo.