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Onward

Caratula de "Onward" (2020) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: Familiar

Los hermanos Ian y Barley Lightfoot son elfos que viven en un mundo fantástico, en el que centauros, sirenas, ciclopes, hadas, entre otras creaturas míticas, han perdido mucha de sus cualidades, debido a que la tecnología ha sustituido a la magia que habita en cada uno de ellos sin que apenas se den cuenta. En el cumpleaños decimosexto de Ian, ambos reciben un regalo muy especial de su fallecido padre: un poderoso báculo y el conjuro que permite traerlo del más allá durante veinticuatro horas; pero, al ejecutar el hechizo, algo sale mal y solo logran traer la mitad inferior del hombre. Sin perder la esperanza y apoyados en los conocimientos sobre magia ancestral de Barley, los adolescentes se embarcan en una aventura contrarreloj para conseguir la piedra que permite completar el encantamiento y ver finalmente a su progenitor.

Entretenida y poderosa historia sobre la fraternidad y el valor de los propios talentos, se sale un poco del canon de los de Pixar, al mostrarnos un mundo en el que se privilegia la magia por encima de la tecnología, si bien sus universos son fantásticos. No se trata del mejor largometraje de la productora, pero sí de una buena película. El guion escrito por su director, Dan Scanlon, (Monster University, 2013), junto a Keith Bunin (Horn, 2013) y Jason Headley combina con solvencia el humor, la aventura y el corazón, al trazar la cruzada de los protagonistas en pos de completar un sueño, en el que se muestra la generosidad y el valor del sacrificio entre hermanos, el reconocimiento mutuo y propio de los talentos puestos al servicio de los demás, como una clave para lograr una diferencia en la sociedad. Un tema que resulta interesante al plantear la necesidad de salir de las cosas que nos distraen, de cultivar nuestras cualidades, apreciar el valor de otros y ser valientes al tomar el camino, en apariencia, más difícil. Pese a estas bondades, hay que advertir de la inclusión de dos pasajes que parecen diseñados para satisfacer cuotas, dadas su incidencia en la historia: la trama entre la madre y la Mantícora en la que se muestra el valor femenino y su carácter guerrero, así como un brevísimo gag verbal, protagonizado por un personaje que tiene una relación con otro del mismo sexo, que puede llegar a chocar a algunos en el auditorio.

En cuanto a la calidad visual, la cinta no decepciona, el ingenio de los de Pixar sigue intacto al crear universos atractivos y verosímiles. El diseño de los personajes y de cada escenario es realmente maravilloso. El ritmo es ágil y entretenido, de manera que se convierte en una buena opción para compartir en familia. Eso sí, se extraña que este título no venga precedido por un cortometraje, como la factoría del flexo nos tienen acostumbrados.

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