Crítica:

Público recomendado: Jóvenes/Adultos

Si uno va a ver una película titulada Orgullo + Prejuicio + Zombis, lo normal es esperar un puro disparate. La inmortal obra de Jane Austen pasada por el filtro del cine de muertos vivientes. ¿Qué podría salir mal?

En realidad hay muchas cosas que podrían haber salido mal en esta pintoresca película. Basada en la novela del mismo título escrita por Seth Grahame-Smith, este autor ya había demostrado su gusto por los contrastes extremos a la sombra del género fantástico en otro libro suyo, también llevado al cine, titulado Abraham Lincoln. Cazador de vampiros. De hecho, en ambas propuestas flota la misma sensación. Se trata de apuestas ciertamente delirantes pero llevadas con tal respeto y cuidado que resultan imprevisiblemente serias.

Orgullo + Prejuicio + Zombis podría haber sido una película muy divertida y sin embargo su entereza, su comedida solemnidad e incluso, su respeto por el original literario puede que pille a más de uno con el paso cambiado. Pasmosas escenas de lucha catana en mano, conviven con acarameladas escenas de cortejo, al tiempo que siniestros zombis asedian a los protagonistas. El conjunto resulta un poco confuso. Es muy probable que los que vayan esperando una cinta de zombis y sangre salgan decepcionados, y eso dando por supuesto que ningún amante de la obra de Austen se acercará a ver de qué va este berenjenal, aunque ya les digo que tampoco saldría contento.

Hay que admitir que su director, Burr Steers (que también firma la adaptación), sabe muy bien como equilibrar el delicado material que tiene entre manos. Sus imágenes no chirrían cuando hay zombis pero tampoco desentona cuando hay declaraciones de amor en un castillo. Como decía Mick LaSalle en las páginas del San Francisco Chronicles, “comparada con otras películas de Jane Austen no es gran cosa, pero comparada con otras películas de apocalipsis zombis es una obra inteligente y culta”.

Lo cierto es que cualquiera puede disfrutar de esta película sin necesidad de ser un amante del subgénero de muertos vivientes porque el peso de la historia lo llevan sus personajes, más o menos bien construidos, y sus interesantes variaciones sobre el tema.

Al final uno termina de ver la película sin tener muy claro si le ha gustado o si se ha perdido algo. Es un título diferente, y eso ya es algo. Y además no trata al espectador como a un tonto, y eso también es bueno. De modo que supongo que a su manera y con sus limitaciones, es una buena película.