Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Oro puro – Rheingold

Caratula de "Oro puro - Rheingold" (2022) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +18

La película comienza en una cárcel. Se sienta así el tono de la película: dura, cruda, con muy poco analgésico. Oro puro se inspira en la vida del rapero y empresario Giwar Hajabi, nacido en Irak cuando ésta se hallaba en plena guerra con Irán. De origen kurdo, con sus padres prisioneros y sufriendo torturas, logran establecerse en Europa a los pocos años donde empiezan una nueva vida. Una nueva vida marcada por la dureza de sus inicios, y que se tuerce a los pocos años. Giwar entra en el mundo de la droga, y conocerá todas las vicisitudes, desde el trapicheo y la bronca callejera hasta los negocios donde las familias son clanes peligrosos, con vínculos casi feudales, donde la cúspide del honor la ocupa el cabeza del clan y donde las amenazas y los asesinatos dejan de ser asuntos personales para ser meros accidentes del negocio.

Giwar, cuyo nombre artístico, en la realidad y en la película es Xatar, vive una traumática relación con la música, que abandona por razones familiares pero que le acompaña como una oscura atracción que le llama, y hacia la que siente una identificación casi total, como un ámbito donde puede escapar de la espiral de violencia que le tiene prisionero, en todos los sentidos. Vida de nómada a la fuerza, prófugo pero inquebrantable.

De modo francamente azaroso, la música le ofrece una oportunidad de encontrarse, de analizarse a través de las letras, de expresar su dolor, de interpretar la violencia y la frustración que le rodea. Sus letras, y su visión como empresario, creador de sellos discográficos, le darán una nueva dimensión, sin que vea ahorrado ningún sufrimiento; todo lo contrario, se hace más fuerte venciendo las adversidades, con una voluntad firme de no ceder ante nada ni nadie. El robo de un furgón de oro sirve de catalizador, y por su carácter simbólico sirve bien de título a la película. No es el oro por sí mismo lo que busca Xatar, pero será el punto de inflexión que acabará permitiendo que reencuentre su vida. El buscador de oro tiene que encontrar algo distinto al oro si no quiere fracasar.

Además de Xatar, al que vemos de niño de cinco años, de adolescente, de joven veinteañero y de maduro, son esenciales los papeles de sus padres, especialmente la madre, heroica desde los tiempos de la guerra, fiel y firme, con la cabeza bien alta y sin ceder nunca un ápice de su dignidad. ¿Hay tiempo para la redención de Xatar? Sí, quizá apresurada y no del todo bien resuelta, pero merecida para quien ha sufrido y hecho sufrir, y satisfactoria para el espectador.

Pablo Gutiérrez

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad