Crítica
Público recomendado: +16
Fresca en muchos momentos por la vena plañidera humorística que rezuma Alberto López (Nova, Grupo 7, Esto ya no es lo que era…), en Para toda muerte, último filme del director, guionista y actor sevillano Alfonso Sánchez (La gota, Esto ya no es lo que era, Las cosas en su sitio…) quien nos propone esta comedia negra en muchos aspectos distópica, cercana al sainete y al disparate que tanta tradición tiene en nuestro cine y teatro.
José Vicente (Alberto López) lleva varios años opositando para alcanzar su sueño: convertirse en funcionario. Mientras lo persigue, vive mantenido por su familia y la de su novia. Cuando llegan los resultados, todos están pletóricos, pues es uno de los afortunados que ha conseguido la plaza, pero la alegría dura poco, porque mientras toda la familia celebra la gesta profesional, José Vicente recibe una llamada, que atiende en privado, que le comunica que ha habido un error informático y que no tiene la plaza, aunque es el primero de los suplentes. José Vicente, dispuesto a todo por no decepcionar a su novia y a los suyos, decide localizar al titular que le ha arrebatado su plaza —un tal Héctor— y… matarlo. En esa decisión, se embarca, pero ¿será realmente capaz de hacerlo? y, sobre todo ¿será el único que lo intente cuando otr@s están a las puertas de salir del paro?
Con gancho para la comedia y para el esperpento, Alberto López y Alfonso Sánchez, tándem que mantienen con resultados satisfactorios para ambos desde hace varios años, han conseguido en sus cerca de 90 minutos de metraje un buen caudal de situaciones hilarantes con este filme, que arrancará momentos de carcajada espontánea y celebrante de momentos del cine español de todos los tiempos, desde García Berlanga a Azcona, pasando por los Ozores o Pepe Isbert, en el plano actoral.
Con guion de Ana Graciani y fotografía de Fran Fernández Pardo, en ocasiones con tonalidades vagas, Para toda muerte es un buen antídoto para relajar el semblante e introducirnos en situaciones distópicas que apenas rebasan el tono agreste y “salpicón” de sangre del mal gusto. La candidez, mayormente de Alberto López, por su torpeza para “asesinar” y su rechazo de la violencia (aunque no así en sus primeros escarceos con quien le ha quitado la plaza) nos hace congraciarnos con él y con casi la totalidad del resto de los personajes (la vecina anciana y su hijo discapacitado; el marido cornudo engañado por su mujer argentina liada con Héctor…). El reparto se completa con las actrices Estefanía de los Santos, Marta Tomasa, Fernanda Orazi, Fina Ruis y Josep María Riera. Además de un casting muy coral de actores que ya son un referente en su filmografía.
Así Para toda muerte, es una buena propuesta para relajarse, disfrutar de momentos cómicos y salir con anchurosa sonrisa del cine. Este filme no pretende más, pero no es poco lo que propone.