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Proxima

Caratula de "Proxima" (2019) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +16

Sarah es una astronauta francesa que trabaja para la Agencia Espacial Europea y que ha sido elegida para participar en la primera expedición a Marte denominada “Próxima”. Pero parece que el éxito profesional se empaña. La expedición tendrá una duración de un año y Sarah tema por su hija de siete años. ¿Qué supondrá para ambas tantos meses de separación?

Excelente reflexión sobre la fortaleza de la mujer en situaciones extremas, no sólo físicas (superar las difíciles pruebas del programa especial), si no también emocionales. La directora Alice Winacour (guionista de la estupenda Mustang), muestra un retrato exquisito de la mujer y sus poliédricas facetas. Con mucha delicadeza y repleta de imágenes muy sensoriales, la cinta recorre el interior del genio femenino; la conciliación familiar expuesta, no como una carga sino como un enriquecimiento personal, el compromiso por la vocación profesional, a pesar de encontrarse en un mundo muy masculino (tres secuencias fascinantes ponen de relieve algunas de esas barreras; el amor por los detalles (la gata, las cartas, los peces, los regalos…), al mismo tiempo que su mirada amplia capaz de mirar a las estrellas cara a cara… Un película bellísima en su composición narrativa, nunca sucede nada pero siempre parece que está a punto de pasar algo, que es ni más ni menos que la propia y maravillosa vida misma, tanto como en su composición de personajes (impresionante Eva Green, llena de matices dificilísimos de expresar por su simplicidad, parece que no está haciendo nada y lo está dando todo). Un guion arriesgado por simple, pero que esconde el gran misterio de la humanidad.

La directora consigue mantener todo el tiempo atrapado al espectador esperando en tensión que algo explote. Sin embargo, todo se mantiene en constante equilibrio. Lo más curioso es que tal vez lo mejor del guion son sus silencios. Momentos cargadísimos de emoción que son llenados por la mirada de esa niña (Zélie Boulant) que impresiona por su sencillez y verdad interpretativa.

Le acompaña un reaparecido y resolutivo Matt Dillon en un papel nada fácil, y un montón de secundarios estupendos, lo que habla de una faceta de dirección de actores que deja a la directora en un puesto alto.

En fin una película imprescindible.

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