Crítica
Público recomendado: +12
Coincidiendo con la campaña electoral estadounidense, llega a nuestras pantallas Reagan, un biopic del presidente que gobernó desde 1981 a 1989, y que vivió los últimos días de la Unión Soviética.
Reagan cuenta la vida del expresidente desde su infancia hasta su muerte por alzhéimer, pasando por su carrera como actor, su paso a la política, y el atentado contra su vida cuando acababa de ser elegido presidente.
Dada la polarización de opiniones ante la película, especialmente en Estados Unidos, parece claro que las preferencias políticas tienen mucho que ver con las valoraciones extremadamente positivas o negativas. Y es que estamos ante una película decididamente en medio de ambos polos.
En cuanto a lo narrativo, la historia se cuenta de forma no lineal, una tendencia muy actual, pero que quizás a esta película no le favorezca. Igualmente, la elección del narrador principal (un agente de la KGB que estuvo espiando a Reagan desde sus tiempos de actor) no parece la más acertada. A pesar de ello, la historia se cuenta de forma eficaz, sin decaer demasiado el interés, aunque sin lograr emocionar mucho. Quizás la excepción sea el famoso discurso de Reagan en Berlín, donde exige a Gorbachov que “derribe este muro”, un gran momento recreado con acierto por Dennis Quaid y bien enfatizado por el director. Quizás el guion haya pecado de querer abarcar demasiado, y acaba resultando episódico, pasando de manera superficial por eventos e ideas importantes.
Cabe destacar que la película presenta la fe cristiana de Reagan como un factor clave en su personalidad, y de hecho entiende su determinación de acabar con el comunismo como una misión vocacional.
Quizás uno de los problemas de la película es que no presenta casi aristas del personaje, que siempre aparece ensalzado, resultando una suerte de hagiografía. También se echa en falta algo más de lustre en la producción. Aunque la película está razonablemente bien hecha, se intuye un nivel de producción algo justo, con una fotografía mediocre, un reparto correcto, y un trabajo de ambientación más bien tirando a lo televisivo.
Así pues, nos encontramos con una película interesante, si bien algo superficial, sobre este personaje clave del siglo XX. Un personaje al que se habría hecho justicia con algo más de presupuesto, y un guion más incisivo.
Federico Alba