Crítica
Público recomendado: +18
El director italiano Luca Guadagnino saltó a la fama internacional con Call Me By Your Name (2017), nominada a varios premios Oscars. Ahora nos llega su nueva película, totalmente producida desde Hollywood y con un reparto liderado por la joven estrella Zendaya.
Un tenista famoso que está pasando una mala racha acepta la idea de su mujer de competir en un torneo menor, para así recuperar su confianza. En la final se enfrentará a un amigo de la infancia, y a través de constantes flash-backs conoceremos la historia del triángulo amoroso que se dio entre los dos tenistas y la mencionada esposa.
Hay algo de Jules et Jim (François Truffaut, 1961), ese icono del movimiento conocido como Nouvelle Vague, en Rivales: la idea de dos amigos enamorados de la misma mujer, y un retrato de la misma como un ser fuerte, caprichoso y manipulador. También algunos recursos narrativos y visuales, que si bien en Jules et Jim eran rompedores, ahora el público está más acostumbrado a ellos.
Pero las similitudes acaban aquí. Rivales no le aguanta a la película de Truffaut ni un set. La película complica mucho la narrativa, con flash-backs dentro de flash-backs y saltos constantes entre distintos tiempos y narradores (tanto subjetivos como objetivos). Pero tanto artificio no puede ocultar el vacío de una historia que se basa únicamente en ver cómo el personaje femenino rebota de un hombre al otro como si fuera una pelota de tenis en un partido. Lo peor de todo es que al espectador le cuesta identificarse con ninguno de los personajes, ya que los tres resultan frívolos, inmaduros y a ratos irritantes. El amor, la familia y el sexo son tratados como un simple juego, sin profundidad ni responsabilidad.
Si bien es cierto que la película entretiene, que los valores de producción y las interpretaciones son de buen nivel, el vacío de lo que se cuenta pesa demasiado. En cuanto a aspectos formales, algunos de los recursos que emplea Guadagnino resultan algo pasados de rosca, por no mencionar una música machacona que empasta incluso en secuencias donde no encaja.
En definitiva, una película que no ofrece al espectador nada salvable excepto algunos aspectos superficiales.
Federico Alba.