Crítica:

Público recomendado: a partir de 13 años

Un joven inglés, que huye de Inglaterra a causa de un duelo acabado en muerte, es el único superviviente de un naufragio que le lleva a una isla desierta. Allí no tendrá más remedio que aprender a sobrevivir con el único objetivo de volver con la mujer que ama.

Adaptación de la famosa novela de Daniel Defoe, que aparece brevemente al inicio de la película, y con un Pierce Brosnan como protagonista absoluto. Está muy bien realizada y cuenta con un encomiable despliegue de producción para la realización de todas las escenas marítimas y en la isla.

VISIÓN DEL HOMBRE Y TRATAMIENTO DEL HECHO RELIGIOSO

Crusoe tiene una fe profunda que queda de manifiesto no sólo cuando da sepultura a las víctimas mortales del naufragio o cuando construye una cruz en honor a Dios, sino cuando trata de evangelizar a Viernes, el indígena al que libera de la muerte y que se convierte en su único compañero y amigo.

La película es espléndida, además, a la hora de mostrar la determinación, el trabajo, la lucha desesperada por sobrevivir y la capacidad de superación del hombre que, en este caso, no pierde nunca su humanidad.

Viernes, pertenece a una tribu que practica el canibalismo, aunque no hay escenas específicas salvo una en que Viernes intenta comerse el corazón de un guerrero que acaba de matar y Crusoe se lo impide.