Crítica:
Quinta entrega de la saga y segunda dirigida por John G. Avildsen, realizador de la primera (la segunda, tercera, cuarta y sexta las dirigió el propio Stallone que escribió las seis entregas oficiales de la saga). La trama, como en todas las películas de anteriores, se sustenta sobre la lucha entre lo que Rocky quiere ser y lo que en realidad es. En esta ocasión, quiere seguir siendo un campeón y olvida que es un padre cuyo hijo acusa todas sus ausencias constituyéndose esta subtrama en el eje central de la película mucho más que el combate mismo. Interesante.