Sácame del paraíso 
Público recomendado: Jóvenes y adultos
Ni la química conseguida entre Paul Rudd y Jennifer Aniston, la pareja protagonista, levantan el vuelo de esta comedia insipida, predecible, grosera, soez e irreverente en la que David Wain elogia la libertad sexual de modo tan desproporcionado que nada de lo que ha propuesto resulta creíble.
George y Linda son una pareja que goza de una exitosa, pero muy estresante, vida profesional en Nueva York. Sin embargo, cuando a George le despiden de su trabajo, Rick, su peculiar hermano, le ofrecerá un empleo en su empresa de Atlanta. Una vez allí, la perspectiva de tener que soportarle se hace insostenible, hasta que en el viaje de regreso a Nueva York dan por casualidad con Elysium, una comuna hippie muy alegre, cuyo sorprendente estilo de vida cuestionará algunas de sus costumbres.
“El dinero no compra la felicidad y la ropa no es del todo necesaria”. Además de esta poderosa declaración de principios que pone en aviso al espectador, Sácame del paraíso ofrece una visión bastante cruel de la naturaleza humana. Tanto es así, que las características esenciales de los personajes corales se reducen al inconformismo, el egoísmo y la perversión en todos sus estadios, hasta abusar del humor negro y ceder a los convencionalismos sobre todo lo vinculado con lo soez, con la práctica habitual de la infidelidad y el amor libre como única salida al mundo natural en que se desarrollan los seres civilizados.
Por eso no resulta extraño apuntar que a pesar de algunos gags simpáticos, de tanto repetirse resultan cansinos y lo que al principio proponía el filme de modo divertido, rápidamente se troca en obsceno y aburrido hasta decir basta. En este sentido, y sin querer juzgar al realizador y al productor, Sácame del paraíso es honesta, porque en su medianería narrativa ofrece lo que promete, aunque no podamos justificar ninguna de las acciones de desarrolla la película.
David Wain (Mal ejemplo, 2008) resbala, pues, en esta comedieta olvidable, cutre, rodada con un tono inclasificable, y con vistas a que funcione entre los circuitos comerciales para espectadores sin ambiciones y destinada a públicos sin sensibilidad porque, en resumen, no se sabe muy bien dónde hay una gracia inteligente.
Por si fuera poco, previa a su estreno en Estados Unidos, Sácame del paraíso se quiso vender como una calculada campaña mediática sobre el nudismo y la poligamia. Y en España su catalogación por edades es de “mayores de 12 años”.
Definitivamente, la crisis de ideas y el recurso al pensamiento único, individualista y feroz, se reinstala de nuevo en el cine. Wain, de tanto estirar la gallina de los huevos de oro, se ha pasado de frenada. A todas luces, desaconsejable.
José Luis Panero
Ficha técnica:
(Wanderlust, USA, 2012)
Dirección: David Wain
Interpretación: Paul Rudd (George), Jennifer Aniston (Linda), Malin Akerman (Eva), Justin Theroux (Seth), Lauren Ambrose (Almond), Kathryn Hahn (Karen), Alan Alda (Carvin), Ken Marino (Rick), Joe Lo Truglio (Wayne).
Duración: 98 min.
Género: Comedia romántica