Crítica

Público recomendado + 18

De vez en cuando, es bueno que nos recuerden que el hombre no es invencible. Nadie, de hecho, es invencible. Marzo de 2020, es, probablemente, un buen momento para recibir este mensaje a través de esta emocionante película francesa que llega a las salas de cine españolas, cuando el pánico por el coronavirus parece haber mermado la capacidad de reflexión colectiva.

“¿Por qué yo?” es la pregunta que quita el sueño a Franck, un bombero con grandes ambiciones, decidido a ser el mejor jefe de incendios de su cuartel, tras sufrir un grave accidente en el que piernas, brazos y rostro quedan dañados por el fuego. Todo parece desvanecerse después de este instante que le cambiará la vida… ¿Por qué seguir viviendo?

La respuesta la encontrará en su interior, en su angustia y en sus desvelos… siempre acompañado por su mujer, Cécile (Anaïs Demoustier) y por su familia, con los que enfrentará serias dudas existenciales, naturalmente. Este es el más profundo y bello matiz de la narrativa del filme: ¿Hubiera sido capaz Franck de afrontar el reto solo? ¿Cuánto necesitamos a los demás?

Una trama sencilla, previsible y trágica, que más allá de hacer pensar al espectador sobre “lo que de verdad importa”, no sorprende ni juega con grandes emociones ni extraordinarias técnicas audiovisuales. Pierre Niney (Frantz; Tan cerca, tan lejos) aprueba con notable bajo el peso interpretativo del protagonista de esta trágica historia, así como Anaïs Demoustier (La pièce rapportée), que nos deja algo fríos con una actuación muy plana.

Podemos decir que la cinta de Frédéric Tellier, director de la película El caso sk1 o la serie En la sombra, de 2012, sobre confabulaciones políticas en la República, es un buen recurso para ahondar en el devenir de las personas, en la reflexión de cómo puede cambiar la vida en un instante, y en la capacidad humana de afrontar cualquier reto, por difícil que parezca.