Crítica:

Público recomendado: jóvenes

Hace unos años empezó una especie de revival del aparentemente difunto género de catástrofes tan de moda en los años 70. Con el director alemán Roland Emmerich a la cabeza, gracias a películas como El día de mañana o 2012, las pantallas volvieron a estar invadidas por terremotos, inundaciones, volcanes en erupción y toda suerte de desastres naturales. No es de extrañar que Dwayne “The Rock” Johnson, siendo una de las estrellas más destacadas del cine de acción actual, se acerque al subgénero.

Ray es un piloto de helicóptero de rescate que debe viajar junto a su ex esposa desde Los Ángeles hasta San Francisco para salvar a su hija, que se encuentra atrapada en la ciudad en pleno terremoto devastador provocado por la falla de San Andrés.

Si algo se puede agradecer a los productores de San Andrés, es que en ningún momento engañan al espectador respecto a lo que se va a encontrar en el cine: una imparable montaña rusa de acción y efectos especiales con The Rock como héroe principal y centro neurálgico de la película. El esquema y el guión desarrollado a partir de él no pueden ser más simples, siguiendo al pie de la letra las convenciones del cine de catástrofes: presentación rápida de unos personajes más bien planos, lo suficiente para preocuparse por ellos, separación familiar, catástrofe que se cierne sobre ellos, y rescate dificultado por mil y un obstáculos. En ese aspecto, la película entrega lo que se propone: una entretenida película para pasar una tarde veraniega, consiguiendo algunas escenas ciertamente espectaculares, si bien el efecto de asombro se agota en un momento dado.

Más allá de eso, la película ofrece poco. Es cierto que la historia parece reivindicar el papel nuclear de la familia, su gran importancia en la vida de los individuos, y muestra cómo el drama acaba por restañar las fracturas interiores entre los personajes (como analogía de la fractura de la famosa falla californiana), pero en cualquier caso da la sensación de que es más un esquema habitual en este tipo de películas que aplica el guionista, que una sincera y meditada reflexión sobre el tema. En cualquier caso, se agradece el mensaje positivo.