Crítica
Público recomendado: +12
Documental sobre el camino de Santiago que combina imágenes de distintos recorridos de la ruta, reflexiones y motivaciones de los peregrinos que la cámara encuentra en su senda, montajes de escenas con retratos de paisajes, iglesias, aldeas y calzadas y reflexiones del obispo de Madison (Wisconsin, EEUU), Donald Hying sobre la historia de la peregrinación a Santiago, el sentido del camino y su simbolismo con la vida humana y el crecimiento espiritual.
Dirigido por Erin Berghouse, se trata de otra mirada al camino de Santiago, después de propuestas documentales como ¡Buen camino! (Lydia Smit, 2013) Footprints: el camino de tu vida (Cotelo, 2016), I’ll Push You (Chris Karcher, Terry Parish, 2016), Phil’s Camino (Annie O’Neil, Jessica Lewis, 2016), Looking For Infinity: El Camino (Aaron Leaman, 2017).
El documental tiene dos partes: la experiencia del camino en sí y un encuentro del obispo Hying con los alumnos de la Universidad Ave María (Florida, EEUU) acerca de la vivencia de peregrinar a Santiago. La primera parte resulta interesante, aunque algo arbitraria visualmente, con secuencias de imágenes que se hacen un poco largas, especialmente al final, un final que no parece encontrar la forma de acabar.
La segunda parte recoge la entrevista del obispo con los estudiantes del campus tras una proyección del documental, esta vez en inglés y subtitulada al castellano, en la que el clérigo habla de su vida, su vocación, del camino, y responde a las preguntas de los jóvenes. Esta parte es valiosa para cualquier persona en busca de sentido en su vida, pero tiene poco interés cinematográfico.
El obispo Donald Hying es el locutor del documental, es un narrador que habla en español con un marcado acento americano, que en algún momento se hace difícil de entender. Siendo una experiencia relatada en primera persona es natural que él sea el narrador del viaje, pero se sacrifica la claridad y se echa de menos una voz que relate con mayor transparencia.
Las imágenes, de distintas calidades, retratan caprichosamente el camino. Los mejores momentos son los que recogen las experiencias de distintos peregrinos a lo largo del trayecto, especialmente la pareja surcoreana que relata cómo descubren -caminando- la maravilla de su rutina cotidiana en Corea del Sur, de la que el marido buscaba escapar al peregrinar a Santiago.
Un documental interesante, visualmente algo arbitrario, que muestra las razones que mueven a los peregrinos a ponerse en marcha. Una nueva mirada al camino de Santiago personal y, a ratos, sugerente.
Javier Figuero