Crítica:
Poderoso thriller que va in crescendo conforme avanza la trama en la que una mujer se ve llevada al límite de sus fuerzas. María Bello, una vez más, da muestras de lo buenísima intérprete que es en un papel lleno de emoción y sentimientos primarios. La imposibilidad de redención del personaje de Roy, el secuestrador, es completamente desmoralizante. Su falta de moral y la maldad con la que acaba actuando en cada ocasión es tan pesimista que asfixia. Sólo al final gracias a la superación de Lorraine se logra entender la cinta con cierto optimismo.