Crítica

Público recomendado: +18

Sentimental es la nueva película de Cesc Gay (Truman, Una pistola en cada mano), basada en su obra de teatro Los vecinos de arriba. Un matrimonio en horas bajas, de bienestar cumplido y felicidad cansada, se reúne para cenar con los vecinos de arriba, a los que mayoritariamente conocen de oídas por sus escandalosos encuentros sexuales. En esta reunión, que no todos desean de la misma forma, los detalles de las vidas más o menos “liberales” de cada pareja se destapan y salen al campo de batalla para ver quién gana el pulso de una lucha de objetivo difícil de definir, pero armada a base de diálogo en torno a un tema principal: el sexo.

Resuenan evidentes los orígenes teatrales de la trama en los diálogos y las pulsiones de los personajes, que consiguen construir un relato donde la risa está garantizada, aunque quizá no tanto la memorabilidad del viaje narrativo. Los personajes de este relato oscilan entre la vulnerabilidad y el control: ante la situación, ante su matrimonio, ante la supuesta integridad de una personalidad marcada, o ante su coherencia como personajes. No jugando a favor el excesivo control que les impulsa a fuerza de puño dramatúrgico, la trama de Sentimental se desenvuelve con saltos de caricatura (sin quedar desmerecida la labor de recrear un viaje en una sola localización y tiempo) que pueden alejar el mensaje final de una rotundidad, de un acercamiento más allá de la risa, o, incluso, de ser mensaje o provocación.