Crítica
Keanu Reeves protagoniza este inquietante thriller en torno a la venta de unos diamantes a la mafia rusa. Buena dirección al servicio de un guion deplorable, sin ritmo, confuso y con un final que irritará a los espectadores. Una ocasión desaprovechada para Keanu Reeves, en horas bajas, y una visión tópica y deleznable de los rusos.