Crítica:
Público recomendado: Jóvenes, adultos
Slow West es una película que sigue la corriente de las últimas recreaciones del género western, en las que se exploran nuevas y originales formas narrativas, como podemos ver, por ejemplo, en Django: Desencadenado.
La película cuenta la historia de Jay, un joven muchacho que marcha desde Escocia hacia América, hacia el oeste, para reunirse con su amada. En su aventura se verá unido a una suerte de extravagantes personajes, peculiares y carismáticos.
Pese a poder encasillarse como cine western, Slow West recoge elementos de otros géneros como la comedia negra o el humor absurdo. Y esta mezcla de gamas converge en un producto homogéneo, sin trazos irregulares introducidos a contracorriente; la trama goza de una unidad, dentro de toda esta fusión de géneros, que hace de esta una película con estilo propio.
La aventura que nos muestra la historia se hace atractiva: seguimos a un personaje en busca de su amor, y en el camino vamos descubriendo personajes únicos y fascinantes, todo ello acompañado de una interesante fotografía y de escenas cómicas, sorprendentes y llamativas, que suman puntos en el resultado genuino que obtiene el film.
Divertida y emocionante, Slow West nos trae una historia sorprendente, bien construida, sencilla de comprender y rompedora, con intérpretes a la altura, entre los que destaca Michael Fassbender en un rol principal. Con la sencilla pero enriquecida trama, Slow West se convierte en una película que despierta el deseo de vivir en aventura, que entretiene, que sorprende y que marca.