Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Tentación en Manhattan

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Adultos

La última película de Sarah Jessica Parker en Nueva York es un canto a la familia, a la maternidad y al trabajo, y viene con regalo, el gran Pierce Brosnan como compañero de negocios y claro, una gran tentación.

La ejecutiva agresiva se llama Kate Reddy, y es también esposa y madre de dos hijos. Su ascenso profesional le exige cada vez más dedicación. Es una de esas heroínas que abundan hoy en día, que intentan compaginar su exigente trabajo con el cuidado de su familia, y ambos roles a un nivel de competitividad enorme.

El resultado, una mujer con mucho estrés y dos vidas intensas, pero sin tiempo ni tranquilidad para disfrutar ninguna de ellas. Son mujeres esclavas del móvil y el correo electrónico, con cierto complejo de culpa por no dedicar más tiempo a sus hijos. Magníficas profesionales que adoran su trabajo, pero claro, su vida personal se resiente.

El título y el cartel en español son engañosos, quieren evocar a la protagonista de Sexo en Nueva York como reclamo comercial. Pero no es la historia de una tentación, sino de lo difícil que  resulta la conciliación para una mujer. Además la protagonista es de Boston, aunque viaja a Nueva York a menudo, y no nos deleita con sus increíbles vestidos y zapatos manolos como Carrie Bradshaw. Una traducción más fiel sería “A saber cómo lo hace”.

Cinematográficamente no aporta demasiado, más allá de un guión ágil y una historia divertida sobre el frenético ritmo de trabajo norteamericano, como ya hizo con el mismo guionista en El diablo se viste de Prada.

La historia es muy realista, con situaciones demasiado familiares, donde los proyectos profesionales dan mucha satisfacción pero chocan con el tiempo que nos quitan para la pareja y los hijos, y más aún en el caso de las mujeres.

El realismo de la mujer multitarea contrasta con la visión casi caricaturesca de la mujer que se dedica a su familia por completo. Este modelo sale bastante mal parado, se pasa toda la mañana en el gimnasio, sin más preocupación en la vida que hacerse la manicura, cocinar tartas y criticar a los demás. También quedan en mal lugar el otro extremo de mujer autómata, súper eficaz en el trabajo pero con un claro rechazo a la familia y la maternidad. Los hijos se ven como una dificultad para la trayectoria profesional y un incordio en lo personal. La cuarta parte de las mujeres norteamericanas afirma que no quiere tener hijos. Escalofriante.

El mensaje de la película es claro, divertido y nada ñoño: la conciliación es difícil pero no imposible y cuando hay que priorizar, la familia es lo primero.

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad