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The Good Traitor (El embajador Kauffmann)

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +13

Pocas películas de los países nórdicos se estrenan habitualmente en nuestro país, y menos en la situación de pandemia actual. Aun así, nos llega ahora la danesa The Good Traitor (El embajador Kauffmann), un año después del estreno en su país. Henrik Kauffmann es el embajador de Dinamarca en Estados Unidos durante el estallido de la II Guerra Mundial. Al invadir los alemanes su país, Kauffmann toma una atrevida decisión: desvincularse del gobierno danés colaboracionista, y declararse legítimo representante de la Dinamarca democrática.

La película que nos ocupa gira sobre este personaje histórico en un momento clave. Sin duda la anécdota histórica es de interés, pero el desarrollo por el que nos la narran es muy simple y expositivo. La película se estructura en una secuencia tras otra de diálogos en la que nos van dando la información de lo que ocurre, sin mucha más reflexión, trascendencia o desarrollo de personajes. Como si los autores se dieran cuenta de que necesitan algún toque más cercano a lo humano, existe una subtrama sobre una relación adúltera del embajador Kauffmann con la hermana de su mujer. Esta parte de la historia no aporta demasiado ni al retrato del personaje ni al conjunto de la película, más allá de aportar un mínimo de variedad argumental.

Así pues, The Good Traitor queda afincada firmemente en el terreno del telefilm (a pesar de haberse rodado para cines). Más que por estética, es “telefilmera” por ese tratamiento superficial de los acontecimientos que narra: pura exposición que se queda en lo anecdótico, todo conducido por el diálogo. No hay cabida al suspense, a la peripecia, a la emoción. Está todo filmado con una fría corrección, incluso con alguna idea visual atrevida, y los actores cumplen sin mucho apuro. Pero finalmente al espectador le resulta difícil preocuparse por unos personajes que no dejan de ser unos privilegiados en unas circunstancias históricas que para mucha gente fueron trágicas. Nunca nos llega esa importancia histórica, solo vemos a los personajes hablar y disfrutar de lujos en suntuosas estancias.

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