Crítica
Público recomendado: Todos los públicos
Marcia se despierta un día con la inquietante sensación de que su marido, fotógrafo y corresponsal de guerra, ha desaparecido. Ella decide tomar el asunto en sus propias manos para averiguar su paradero.
La historia que cuenta David M. Mateo en su opera prima, es un drama psicológico. Marcia (la bella Lana Aubray), una joven inglesa de 32 años, restauradora de pintura, busca a su marido desaparecido por Madrid. Una película independiente escrita por Laura de Dios que plantea este misterio vinculado al mundo del arte.
Vive en Madrid junto a su hijo, su marido y su hermano y trabaja en el Museo Nacional del Prado como restauradora de pintura. Su carácter perfeccionista y las ganas por conquistar sus sueños se convierten en sus grandes bastiones a la hora de sobrellevar su día a día.
En sus propias palabras, explica su trabajo, mientras da las claves de su aparente deja vú: “cuando un artista crea lo que quiere es que su mensaje perdure, por eso los restauradores nos encargamos de ello, estudiamos las esquinas, las texturas, y por eso de alguna manera establecemos un diálogo con él, nos conecta a través del tiempo”.
Una historia sobre recuerdos, los vivos y los muertos, la memoria, el pasado y el presente conectados, padres e hijos, esposos…Y la necesidad acuciante de reconstruir la historia.
Todo en el incomparable marco de las salas del Museo del Prado, el Casón del Buen Retiro y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Siglos de historia pasada y una historia de familia.
María Molina