Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

The Void

Caratula de "El vacío"

Crítica:

Público recomendado: Adultos

The Void pasó por el festival de Sitges de año pasado y no hizo demasiado ruído. Supongo que pasó desapercibida entre tan acostumbrada borrachera de cine fantástico y de terror. Bien es verdad que fue un año muy reñido aunque solo fuera por la presencia de títulos tan discutidos como estimulantes como los de Swiss Army Man, La autópsia de Jane Doe, The Neon Demon, Crudo o Seul Station. Es cierto que entre la mayoría de estas películas El vacío no podía pasar de propuesta resultona. No hay grandes hallazgos en sí mismos más bien, un poco como sucedía con La autópsia de Jane Doe, el film dirigido por Jeremy Gillespie y Steven Kostanski partía de una propuesta más o menos realista para degenerar poco a poco en el más convencido y autétnico de los aromas propios del fantastique completamente ajeno de cualquier tipo de complejo.

The Void arranca con un policía que en mitad de una carretera oscura y tenebrosa se tropieza con un hombre que parece necesitar con urgencia atención médica. El hospital más cercano está prácticamente desmantelado, está en plena mudanza y en cuestión de días ya no estará ahí pero en ese momento es la opción más rápida. Una vez en el centro médico comienzan a pasar cosas raras, más raras de lo esperado. Primero unas extrañas figuras, después una abominabe criatura y al final el cosmos en su más profunda e infinita concepción.

Lo mejor que uno puede hacer es ir a ver The Void sin una idea preconcebida de lo que va a encontrar porque comienza siendo una cosa para convertirse en otra y termina siendo otra muy distinta. Eso sí, la película es una cinta de terror en estado puro, no es apta para todos los públicos y la sangre y demás fluidos corporales deámbulan a sus anchas por la mayoría de las escenas de la cinta.

The Void viene dirigida por Jeremy Gillespie y Steven Kostanski dos jóvenes consumados en el medio que han hecho casi de todo entre las bambalinas de algunos de los grandes éxitos de Hollywood. Desde componer música a diseñar decorados los nombres de Gillespie y Kostanski se pueden rastrear entre los créditos de películas como Pacific Rim, Resident Evil  o Escuadrón suicida.

El resultado es una película propia de alguien que conoce el género, venera a los maestros (los guiños a Carpenter y Lovecraft son abundantes) pensada para los amantes del género que no busquen nada más que una propuesta sencilla pero efectiva. Sin grandes alardes, ni dramáticos ni técnicos, y sin la necesidad de pretender ser lo que no es ni aspira a ser, The Void resulta una agradable sorpresa de la cual puede que solo se pudiera extraer una lección moral, un terrible pesimismo existencial sobre la misma esencia del ser humano. Algo a lo que ya hacía referencia su título The Void, “el vacío” o La nada en español.

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad