Crítica
Publico recomendado: +12
Dirigida por Chinonye Chukwu, narra la desgarradora historia que revolucionó a EEUU sobre el asesinato de Emmet Till, de tan solo 14 años de edad, víctima de un crimen racial.
Ambientada en 1955, este film narra la conmoción que sintió Mamie Till, la madre de Emmet Till, cuando se encontró el cuerpo de su hijo en el lago Tallahatchie (Missisipi) brutalmente asesinado, por lo que parece un linchamiento racista.
Esta película tiene una intención maravillosa que se queda en eso, en un intento. La fotografía es cálida, y aunque la trama comienza en Chicago, siempre tiene ese aroma sureño. La banda sonora de Abel Korzeniowski es un acierto que muchas veces, no ensalza las imágenes si no que las opaca. Los planos son bastante narrativos, Chinonye incluso se atreve con algún que otro movimiento de cámara interesante. La iluminación también tiene algo de atrevimiento con algún contraluz bastante estético pero como todo en el film, se queda a medio gas.
La película gira en torno a Mamie Till, interpretada por Danielle Deadwyler cuya actuación fue muy cuidada por la directora para que no afectase su salud mental. Cada escena fue rodada dos veces y, de esas tomas se seleccionó la mejor para la edición final. Su interpretación del papel es buena pero el resto de actores no acompañan.
Es una película con un nivel de intensidad bastante alto que se mantiene de principio a fin. Es por esto que a veces resulta insostenible y hace que el espectador no respire emocionalmente, llegando a resultar algo redundante.
Las imágenes publicadas en la prensa del cuerpo sin vida de Emmet Till fue el engranaje fundamental que hizo que la gente se interesase por el caso y removiese la conciencia de todo EEUU. Este morbo que produjeron las fotografías, es traducido en la película de manera muy explícita, siendo un asunto que resulta desfasado y que podría haberse encarado de otra manera para generar más empatía en el espectador.
En líneas generales, es una historia maravillosa traducida en una película poco equilibrada que a veces peca de pasarse y otras de no llegar. En las escenas finales hay un cambio de energía más reivindicadora que hubiese sido un enfoque mucho más interesante. Sea como fuere, es un film entretenido que narra una historia que merece ser conocida.
Rocío Molina