Crítica
Público recomendado: +14
No son muchas las producciones que nos llegan desde la capital económica de Europa, Alemania, pero las que llegan presentan un buen nivel y suelen tratar los temas históricos con cierto rigor sin miedo a equivocarse. Estas producciones presentan un razonable espíritu crítico como por ejemplo ocurrió con El hundimiento, que era una crítica al nazismo, así como hacia el comunismo con comedias como Good Bye, Lenin! o dramas en toda regla como Bárbara, Labios sellados o la sobresaliente La vida de los otros, ganadora de un Óscar, e incluso la animación dio la sorpresa a través de Fritzi.
El caso es que llega a la gran pantalla de nuestra cartelera la cinta de Julia von Heinz, titulada Treasure, que adapta la novela de Lili Brett, basada como la mayoría de las anteriores en hechos reales. Esta producción puede parecer lenta, pero tiene muchos giros que permiten mantener atento al espectador porque las situaciones dramáticas se combinan hábilmente con las escenas más cómicas generalmente amenizadas por el actor que hace de padre, el humorista británico Stephen Fry. Éste se hace el dueño y señor de la producción gracias a su inigualable talento y a una voz de extraordinario doblador, aunque es justo reconocer la labor de la excelente actriz y guionista Lena Dunham, ya que es tremendamente expresiva con buenas dosis de ironía. La química entre padre e hija funciona en una roadmovie, que a mi juicio es una de las historias paterno-filiales (padre/chica) mejores del cine (llegando al nivel, aunque en otro estilo a Matar a un ruiseñor o al cómic Spider-Gwen), donde cada uno debe introducirse en el alma del otro para entender las razones que les han llevado a visitar el campo de concentración de Auschwitz, mostrado de un modo tan sorprendente que lleva a sobrecoger al espectador.
Esta cinta, es una crítica al nazismo y al holocausto judío explícitamente e indirectamente, pues está ambientada en 1991, al comunismo donde la corrupción y la miseria campan a sus anchas, mientras los turistas disfrutan de los monumentos polacos. El cambio del régimen Soviético a la libertad, queda patente en el taxista que ya no tiene miedo a mostrar una medalla del Papa Juan Pablo II antes de ser canonizado, un símbolo de la caída del muro de Berlín junto a Ronald Reagan y a Margaret Thatcher.
Esta producción muestra el don de lágrimas para sanar las heridas del pasado y el tesoro al que hace referencia nos permite reflexionar sobre lo que verdaderamente es importante en el seno de una familia que necesita comprender al otro para entenderse a sí mismo, pues lo más sencillo o lo más útil, es lo que te permite alcanzar la felicidad, lo que de alguna manera, recuerda a la parábola de El tesoro escondido, contada por Jesús de Nazaret. Por último, una de las escena más emotivas es aquella en la que el padre recuerda que él y su hermana eran uña y carne.
Víctor Alvarado
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=YMEhr1H-R60