Crítica

Público recomendado: adultos

Finales de los años cincuenta, Rachel, una joven y sumisa oficinista de una pequeña ciudad francesa,Châteauroux, conoce a Philipe, y un joven de la alta sociedad parisina. Embaucador y narcisista, lleva a Rachel a “habitar emocionalmente” lugares aparentemente hermosos. Lugares que una provinciana como ella jamás habría ni soñado. Le habla de amor, de diversión, de disfrutar la vida, de lo efímero del placer… Pero no le promete nada que no sea “eventual”, sobre todo tratándose de alguien como “ella”, de su clase . A pesar de todo, Rachel se enamora y mantiene una apasionada relación, fruto de la cual llegará Chantal, hija de ambos. Ante la negativa de Philipe de reconocerla, madre e hija, vivirán la una para la otra, hasta la nueva aparición en la vida de ambas de Philipe, quién no ha cambiado su pervertida visión sobre la relaciones con las mujeres.

La película está basada en un libro homónimo de Christine Angot, que recoge parte de su propia vida. La directora, Catherine Corsini (El ensayo, Tres mundos, Un amor de verano…) leyó el libro vio rápidamente un complejo pero interesante material para una película. El estilo seleccionado por la directora es bastante clasicista, con grandes planos generales para recoger los momentos más sensitivos, y reconcentrados primeros planos y contra planos, para contar las partes más duras e intensas de esta triste historia. Se agradece el uso de la elipsis y de imágenes explícitas, que hubieran endurecido mucho más la película.

Los actores están magníficos, sobre todo Niels Snheider, en su insoportable rol de hombre manipulador y pervertido. La película está estructurada en tres niveles. La relación entre Rachel y Philipe, La relación entre Rachel y Chantal, y la relación entre Chantal y Philipe, todo ello recogido por una secuencia climax en la que madre e hija, conversan sobre la verdadera naturaleza del amor. Película recomendable de ver para adultos, por la cantidad de temas de interesante debate que abre, pero bajo una dirección lúcida del debate que abre.

¿Qué es amar? ¿Qué es el sexo? ¿Es una posesión del varón sobre la mujer? (repugnante la secuencia de cama de Rachel y Philipe, no por explícita si no por machista) ¿Qué hay de libertad en la libertad sexual? ¿hasta qué punto nos ciega el amor? ¿Qué consecuencias tiene para los hijos la falta de visión trascendente de la unión entre hombre y mujer?

Una reflexión que es extraordinariamente actual. Las manadas, el caso “me too”… El feminismo radical tiene materia en esta película… Sin embargo, una reflexión más profunda sobre ella, resulta esclarecedora y con grandes horizontes. El ser humano, está llamado al amor, aún por re-descubrir. Una belleza sanadora y liberadora. El amor incondicional entre madre e hija, es inspirador. En uno de los momentos más dramáticos de la película, Chantal critica a su madre que lo que tienen no es una familia. Esta es una de las claves en las que debe interpretarse esta compleja cinta. La familia como lugar de plenitud a pesar de los pesares.