Público recomendado: Jóvenes
Con un guión de los hermanos Joel y Ethan Coen, el director Michael Hoffman (El Club del Emperador) nos ofrece una comedia ligera, con toques clásicos, que juega con el contraste entre estereotipos culturales: el formalismo excesivo británico y la tosquedad hortera del profundo Oeste americano. Colin Firth encarna a Harry Deane, un típico “gentleman” londinense, experto en arte, que trabaja para un magnate despótico y excéntrico, Lionel Shahbandar (Alan Rickman). Para vengarse de sus continuos desprecios y humillaciones, Harry urde un timo con un falso Monet que le reportará varios millones de dólares. Para ello cuenta con la ayuda de un viejo pintor, Wingate (Tom Courtenay), y de la señorita Puznowski (Cameron Díaz), una ruda vaquera tejana que hará de cebo de la operación. Pero el plan perfecto empieza a hacer aguas por todas partes en cuanto se pone en marcha.
Se trata de una película pequeña, sin pretensiones, que nos brinda una trama muy sencilla, sostenida por buenos intérpretes, y algunos gags hilarantes en los que se nota la pincelada escatológica de los Coen. Aunque pueda parecer lo contrario, la cinta también tiene su punto de elegancia pretendida, y la puesta en escena está cuidada, pero siempre dentro de los límites de un guión de usar y tirar. No se puede negar que Un plan perfecto entretiene, que es lo que busca, y nada más. Una comedia de estafadores de serie B, en la que nadie da muestras de moralidad, pero que despierta inevitables simpatías.
Juan Orellana
Ficha técnica:
Gambit
Dirección: Michale Hoffman
USA, 2012
Duración: 89 min.
Género: Comedia
Interpretación: Colin Firth (Harry Deane), Cameron Diaz (PJ Puznowski), Alan Rickman (Lionel Shahbandar), StanleyTucci (Martin Zaidenweber), Tom Coutenary (Wingate), TogoIgawa (Takagawa).